🍃Cómo ser superlisto y machacar para siempre las larvas cerebrales de la era digital
Otro título que había pensado era: «Entretenimiento crítico», que suena más respetable, más académico, pero weno... Es tarde para guardar las apariencias ya. Te cuento el ansiado CÓMO en 6 mins.
¿Sabes?
Hay gente que, cuando abre un libro y empieza a leer, aunque tarde menos de una hora en darse cuenta de que es una mierda, siente la responsabilidad personal de tener que terminarlo.
Yo lo he sentido alguna vez, como esa necesidad de hacer check, un TOC raro de no querer dejarlo a medias.
Luego piensas que hay más libros que tiempo en el mundo para leerlos y cierras ese cagao para buscar otro que no te haga poner los ojos en blanco a cada dos párrafos.
Pero hoy no me interesa hablar de libros, sino de ese momento de decisión; ese punto en el que te fuerzas a decir: sí, sigo enganchado; no, esto no es para mí.
Tengo que confesarte algo.
Yo también scrolleo y veo reels.
LECTOR: ¡Lo sabía! ¡Eres un sirvengüenza hipócrita y una basura de escritor!
Espacio para historia secundaria que he recordado:
Dicen que una vez Heráclito invitó en invierno a unos conocidos a su casa y, cuando lo vieron calentándose en un hornillo, se fueron decepcionados, porque creían que sentir frío era incompatible con la condición de filósofo.
Ya podemos continuar ✨
Es cierto que cada vez más me limito a ver los reels que me pasan mis amigos, y de verdad creo que hay algo bonito en ese intercambio de memes y bobrerías. De algún modo, sin necesidad de hablar ni llegar a los:
—Qué tal por allí, tío.
—Bien, bien…
Es una forma simplificada de estar presente y, eso, cuando generalmente sueles estar perdido por ahí, pues lo aprecias.
Independientemente de esto y de que Miradero esté pensado en origen para quitarte unos minutillos de scrolleo y que leas, sí creo que hay cosas positivas en el formato vertical; o sea, TikTok, Reels y compañía.
La primera que se me ocurre es el desarrollo de la capacidad de crear, muy muy rápido, un contexto para cosas, para entender la historia que te quieren contar.
Aquí también lo estás haciendo, inconscientemente estás pensando: «a dónde querrá llegar Samu…» y estarás reuniendo pistas hasta que, dentro de un par de párrafos digas: «¡ah! Eso quería decir este colgao».
En un reel ese reunir pistas y ese ¡ah! tiene que ser muy rápido. Leer es una maratón, scrollear es un esprint de pillar claves en la música, las letras, el vídeo, los participantes, relaciones intertextuales con otros memes…
Te haces una máquina de crear inferencias (y la comunicación se basa en inferencias, más que en palabras).
Si no me crees, una buena prueba de esto es cuántos microsegundos tardas en diferenciar un anuncio de un reel genuino.
Tu cerebro te avisa casi al momento de que eso no es una historia, sino una venta, y pasas al siguiente.
¡SIN EMBARGO!
Cuando veo reels no puedo dejar de sentirme un poco retrasado.
Me siento como si me enchufara a algo y se me empezara a caer la baba un poco, con un piiiii rebotándome en el cerebro.
No mola.
Así que se me ocurrió hacer un juego conmigo mismo.
Instagram (imagino que TikTok también, pero esa frontera no la quiero cruzar) tiene, si le das a los tres puntitos de opciones, la posibilidad de darle a algo así como «Me interesa» o «No me interesa».
De vez en cuando, imagino que cuando el algoritmo se la juega un poco, estas opciones te salen en pantalla.
Lo que me propuse hacer, para no sentir que me arrastraba una corriente de sin sentido, es, para cada reel, forzarme a decidir si eso verdaderamente me interesaba o no, y darle al botón.
Haciendo esto, estás despierto, tienes una participación en el entretenimiento. De la otra manera eres baba y sopita.
Además, te deja un feed de la hostia, si quisieras (que no hay por qué tampoco), podrías convertir Instagram o TikTok en una app de entretenimiento cultural muy crema.
En general, creo que la literatura es un arte más exigente, para el consumidor, que el audiovisual. Si estás viendo una película y te despistas, la película sigue; si estás leyendo y te despistas, la historia se para.
La literatura es un molino manual que te necesita dándole manivela, el cine es un motor automático.
—Pero eso depende, porque si tú ves…
Ya, ya. Ya sé que esto tiene matices, pesao, déjame. Lo que te quiero decir es que haciendo lo que te dije arriba, ser crítico con lo que ves, medio transfieres la participación literaria a algo tan diametralmente opuesto como es el formato vertical.
Haces depender al entretenimiento de ti, no al revés. Te conviertes en un césar en el Coliseo.
(Y dejas de sentirte un retrasado)
Hace muuucho tiempo que no te propongo un reto. Lo hice dos veces, creo, al principio de Miradero, pasaron de mí muy fuerte y yo pasé de volver a hacerlo,
¡PEROOO!
Es el momento de volver ⛈️
Te lanzo el guante, te reto a una semana de entretenimiento crítico cuando utilices Insta o TikTok y, a la vuelta, que me cuentes qué tal.
Sabes que te mola la idea, y sabes que la vas a probar, aunque sea un poquito, hoy. Pues extiende esa curiosidad una semana, comenta o escríbeme (samuel@sdominguez.com) diciendo que te sumas al reto.
Esa demostración a ti mismo, ese tomar acción para comprometerte por escrito públicamente, aumenta en un 78% las probabilidades de que cumplas el reto. Lo dice la UdMHM, la Universidad de Mis Huevos Morenos, una institución de la que nos habló
el otro día.Así que ya sabes.
Comenta y empieza a ser jodidamente consciente de lo que consumes y a ser mega listo del carajo.
Y, si lo hacemos bien, a la vuelta, el próximo jueves, te traigo una sorpresa sobre mí (que he visto que el Menú mirandero más consultado es el de mi vida personal, marujas).
Si te estás preguntando por qué he puesto como muchísimas negritas al final del texto:
Es para más drama ⛈️
(Y si eres un buen mirandero, estás escuchando sonido de truenos al poner ese icono)
¡Besitos volados!
Escuché los truenos.
Yo me he quitado Instagram, ahora la batería me dura el doble y no veo reels 😃 todo son ventajas