🍃Es mejor perdonar a los ninjas

Si no sabes a qué me refiero, tampoco sabes que tienen en su casa uñas de cuchillas, que los perros están nerviosos y que pueden matarte con un sombrero de leopardo, pero ellos no han sido (3 mins)

Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote:

Iba a escribir algo sobre la naturaleza, pero me aburrió.

Luego sobre las cursivas, pero me quedé mirando el Word con cara de querer que se suspendan las clases por una nevada y poder dormir una hora más. Así que para cuando mi cabeza terminó de comerse la cola a sí misma, llegué a lo de este título.

La guapa y los Ninjas.

Es una canción vieja, de Los Ganglios cuando no se llamaban Los Ganglios todavía, y me puse a escucharla.

Luego me pregunté: ¿qué habrá sido de esta gente?

Y llegué al SoundCloud de uno de ellos donde sólo subía pura piedra, hace dos años, mira:

Si has escuchado las cosas que te he puesto, ya deberías estar en mi mismo punto.

Más o menos, el mismo punto al que deberías haber llegado tú solo leyendo este correo: ¿a dónde quiere llegar?

A dónde quiero llegar yo, escribiendo esto, y a dónde quieren llegar ellos, componiendo aquello.

Cuál es el mensaje último.

Así que me he adelantado a tus deseos y he dedicado mi tiempo de escritura de Miradero esta mañana a investigar la psicología detrás del absurdo.

La cosa es que llegué, por casualidad, a un comentario del autor a otra canción de alguien en SoundCloud.

Una canción que era una piedra, igual que las suyas. Y me di cuenta de que quizá era eso: que yo nunca llamaría emocionante a esta mezcla brusca de pistas:

Entonces, ¿y si esta gente simplemente es gilipollas?

Pero esa sería la respuesta fácil, y prefería encontrar una resolución épica detrás, así que me puse a fabricarla. La última pieza me la dio un reel promocional de su último concierto en Valencia, el 4 de abril.

Esto no es música, así que, ateniéndome a las leyes miranderas, no te puedo poner un vídeo, sino que te lo tengo que narrar:

Imagínate un grupo de jóvenes blancos, típicos de las pelis de los ochenta, con el pelito en capa, ellos, y flequillo rubio en ondas, ellas. Todos con ropa de personaje del montón de Dónde está Wally.

Pues el chico guay lleva un bote de grafiti y hace una pintada sin sentido, sólo una nube amorfa que emborrona la cara de un póster. Entonces, aparece un anciano a su lado.

Aquí el vídeo está doblado para promocionar el concierto, pero lo interesante emocionante es que el viejo riñe al joven y le agarra la mano, pero para guiarla, para, en lugar de una nube amorfa, tache con una V otro póster igual.

El clip está sacado de la serie de los ochenta V: Invasión Extraterrestre y hacer esa marca sobre la propaganda oficial era un símbolo de resistencia contra los extraterrestres, su manipulación, opresión y cositas malas así terminadas todas en -ón.

Bien,

Ahora la ✨👁️ r e v e l a c i ó n 👁️✨

Creo que en ese gesto del viejo, que toma la mano del gamberro para que haga gamberradas comunmente aceptadas, está la clave para entender la música de Los Ganglios.

Es una manera de negarse a ser subversivo a la manera oficial de subvertir: la contestación sin mensaje, la rebeldía por el mero ejercicio de la rebeldía.

Detrás del agitamiento no viene una propuesta, una mejora ni una demanda, sólo el hecho de agitar, incomodar de alguna manera y, quizá, por casualidad, que terminemos usando eso como piedra de toque para el resto de cosas que consumimos; inoculadas de finalidad y móviles, segundas lecturas ideológicas y agendas ocultas.

Que, en ese preguntarte «¿por qué?» al absurdo, termines revelando el porqué secreto de todo el resto de contenido que consumes.

Y eso es muy emocionante.

O quizá esté equivocado, pero tampoco pasa nada.

Acuérdate de fichar al entrar, ¡besitos volados!

¿Qué es eso de «Invitar a un amigo»?

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