🍂La moneda de medio shekel
El Shekel es la moneda israelí, que se usa también en Palestina. Medio valdrá unos diez o doce céntimos de euro (4 mins)
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote:
Ayer saqué una moneda de medio shekel y la hice girar en el aire. Eso de pegarle con el pulgar y que haga mortales rápidos.
Hay algunas pequeñas cosas que me fascinan, como que un coqueteo de leyes físicas y mecánica humana puedan parir este colibrí dorado.
Luego se me cayó al suelo.
Las monedas de medio shekel son las de menos valor, pero las más grandes (y las más bonitas). Me gusta pensar que hay un motivo simbólico detrás de esa decisión de diseño, quizá como metáfora del dicho inglés:
«Take care of the pennies and the pounds will take care of themselves»
Cuida de los peniques y las libras se cuidarán solas
Hay momentos del día en los que estoy más sembrado de lo que me aguanta el cuerpo, y me saltó a la cabeza a otro pensamiento, casi intrusivo, corriendo detrás del otro:
«Algún día esta moneda será una pieza histórica».
Ni siquiera sé por qué lo pensé, de ahí lo intrusivo, pero me quedó rebotando dentro.
Yo de pequeño guardaba monedas.
Mis padres, especialmente mi padre, viajaron mucho toda su vida, y me dediqué a guardar la calderilla que se traían o que aparecía por los cajones. Ni siquiera las coleccionaba, no lo hacía con una proyección de conseguir una de cada país o algo así; sólo las tenía, más como parte de un museo que de una colección.
Monedas, los billetes no me interesaban. Porque lo que pesa vale más.
Tal vez por eso me gusta esta moneda de medio shekel más que las de diez.
Ya de adulto, volví a esa pequeña caja de monedas que todavía está en la casa de mi madre, en Canarias. Es una caja de madera alargada, no sé si como buscando replicar la fachada de un edificio, con esas ventanitas. Creo que era una de las cajas donde venían las corbatas de mi padre.
Las estuve husmeando un rato, con esa curiosidad nostálgica de revolver pasado, hasta que apareció una moneda de la Unión Soviética.
Hoy, con este medio shekel en la mano, tuve como un sentimiento premonitorio: esa misma sensación al tener aquella moneda soviética en la mano, casi de civilización extinta, viva ya sólo en el metal que dejaron.
Me guardé la moneda de la URSS y, cuando volví a Madrid, se la regalé a un amigo comunista. Porque, si yo fuera comunista, creo que es algo que me gustaría tener.
El Estado de Israel tiene tan poco como setenta y siete años, o tanto como tres mil, depende de a quién le preguntes. También hay quien dice que los palestinos son los auténticos descendientes de los pueblos cananeos de estas tierras; otros, que Palestina no existe ni ha existido jamás.
Sólo hay una cosa en la que todos creen, y es esto: este extraño timbre metálico que suena cuando haces volar una moneda.
Y pasa algo, que, con el marear entre bolsillos, se estrechan manos que en verdad nunca se tocarán, por el asco o la indiferencia. Se reúnen aquí, en este pulgar dorado.
Dentro de diez años esta tierra será muy diferente a como la veo, y estas monedas lo saben, porque están vivas; ya hasta laten de tanta sangre que llevan dentro. Pero sólo miran y callan, como tú y yo.
Empiezo a entender por qué decidí venir aquí, pudiendo estar en cualquier otra de las 144 universidades que reciben profesores visitantes del Ministerio español. Este sitio está vivo de una manera trascendental para la historia humana.
¿Quién coño elegiría estar en otro lugar pudiendo estar aquí?
Si quieres leer más de mis batallitas por Palestina, están todas aquí
Tengo historias que contar sobre monedas, pero estoy teniendo déjà vu .
Espero no haber compartido estos todavía.
Primero!
Cuando estaba en la escuela secundaria había estado acumulando monedas, para poder llevarlas al banco para cambiarlas por dólares.
Pero mientras los dejaba caer en los rollos de papel, empecé a mirar los años que se emitieron. ¡Y me di cuenta de que algunos eran bastante viejos! Así que tuve la idea de buscar centavos que tuvieran el año de nacimiento de mis familiares y algunos amigos.
Me llevó meses recoger todas las monedas que quería. Pero finalmente lo hice.
Encontré 1973 y eso sería para mí, mi hermano y un par de mis amigos de la escuela. 1975 por mi hermano menor. Encontré 1947 para mi padre y 1949 para mi madre. Y así.
Esto pasó, y a medida que llegaba el cumpleaños de cada persona, le regalé mi tarjeta con la pieza de un centavo de su año.
Realmente no tuve la sensación de que a nadie le importara tanto como a mí. Había sido un proyecto de amor en la búsqueda. Pero no siempre obtienes la retroalimentación que quieres por dar regalos esotéricos como este.
¡Sin embargo! Décadas después, me reencontré con un amiga del instituto en Facebook. Y me dijo en privado que todavía tenía su centavo de 1973 que le di en 1987 y que había sido un regalo significativo para ella.
(Las cuerdas del corazón se tiraron.). 🥹
"Empiezo a entender por qué decidí venir aquí". Es verdad que uno cree decidir, y cree saber por qué. Y es ya más tarde, con suerte, cuando descubre el verdadero *por qué*. 😌