🍃La vida es tanto presente que aterra
El sábado fue la presentación de «Caminos de vuelta», y me pasaron cosas dentro (3 mins)
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote:
Ayer fue, quizá, el día más feliz de mi vida adulta.
Y me di cuenta, en el estrado del edificio más puto emblemático para la literatura canaria, que el protagonista no era yo, ni la novela, ni mis logritos de saltamontes: las protagonistas indiscutibles, para mí, fueron esas caras de amor en el público, emocionadas conmigo; esos llantos contenidos al otro lado de la retransmisión, aquel puñetazo a la mesa del que no pudo estar, ese otro escuchar un ruido de lengua extranjera, ininteligible, sólo por ser la mía.
Cuando entendí esto, cuando me hice espectador de esas caras, con sus propios estrados y micrófonos ante mí, se me hizo reversible el corazón, y lo supe.
Creo que he estado muy solo últimamente, sin darme cuenta.
Y he entendido, mirándoles, lo miserable que es ser yo, sin ellos, sin ti.
Hubo un tiempo en el que creí que estaba acostumbrado a la soledad, hoy sé que me estaba mintiendo, que he sido un ignorante convencido, por necesidad. La verdad es que solo estaría perdido, que ni siquiera sé lo que significa del todo la soledad, porque siempre he tenido un amor omnipresente al que volver con cerrar los ojos.
Y creo que yo ya viví, que no me hace falta que llegue nada más que este amor que me sujeta donde quiera que esté.
Una vez alguien me dijo: «acepto mi vida, porque ha sido buena».
Hoy tengo sólo 32 años y lo he entendido, tanto, que tal vez debiera morierme mañana para que termine de una vez esta obscenidad, esta tanta suerte que tengo con los seres humanos que me rodean, y los que se me acercan, nuevos, a rodearme.
No es justo ser tan amado, esa es la verdad.
Y quizá por eso hago estas cosas mías, quizá por eso no me sale correr cuando suenan las sirenas de ataque aéreo, porque me da que hace tiempo que entendí de lo que iba la vida, ya sentí lo que era, y ya todo está bien después.
Gracias a todos los que estuvieron ayer y, aun más especialmente, a los que no estuvieron, porque yo soy el hombre de no estar y sé lo que es vivir con una sonda de amor recordado, prometido y siempre distante.
Si te sentiste interpelado, aunque sea con una coma de este texto, este texto es para ti, y me hace muy feliz quererte.
Ojalá que el dios en el que creas te dé lo que me ha tocado a mí por suerte.
😍😍😍😍!!! Qué belleza... Cuánto me alegro por ti!
Comparto todo lo que cuentas sobre haber hecho las paces con tu propia existencia (te parafraseo un poco)... pero lo que no comparto es lo de la suerte que dices tener. Yo creo que no es suerte, Samuel. Eres un alma bella, íntegra y amorosa. Y todo el amor que te llega de vuelta es por eso, no es por casualidad. 😊
Suerte tenemos nosotros de ser tus amigos 💜💜💜