—Vamos a aplaudir a Clara, que lo ha hecho muy muy bien.
Todos aplaudieron, obedientes como siempre, aun sin faltarles sinceridad.
—Venga, Juanito, te toca.
Juanito se descolgó de la silla al suelo para ir con sus deberes a la pizarra.
Había un Juan en clase, pero él era Juanito. A veces también Juanillo cuando la seño le hablaba por lo bajo y le corregía la caligrafía o el trazo de un dibujo. Le llamaban Juanito porque era bastante más bajo y flaco que Juan, y de alguna manera había que diferenciarlos en clase.
Se paró delante de la pizarra, muy cerca del escritorio de la seño, como si buscara tener de dónde agarrarse por si acaso. Estaba vacío, la señorita Carmen se había mezclado con los niños para ver las exposiciones de frente.
Se subió las gafas, que en él nunca llegaban a verse pequeñas del todo, y miró a la clase sin diferenciar a nadie, excepto a la seño. Ella le asintió dos veces, sonriente, y él, para leer, se escondió detrás del papel, como hacía con su sábana cuando se asustaba de noche.
—Mi papá es mi héroe porque está mucho conmigo y cu…
—Juanito —interrumpió la seño con cariño—. Habla más alto, hijo, que no se te escucha.
—Mi papá es mi héroe porque está mucho conmigo y cuando vuelvo del cole vemos los Sinsons y Ahora caigo y Bum y Pasapalabra y las noticias no porque mi papá dice que eso es una porquería y entonces coge el mando y pone películas y sí las vemos.
»Mi papá es mi héroe porque me quiere mucho y me da muchos besos y a mí me gusta que me de besos, pero mi mamá viene por la noche y no me gusta porque mi papá se va a la calle y mi mamá siempre está cansada y nunca quiere jugar y sí me gusta después cuando muy de noche mi papá vuelve a casa porque mi papá por la noche habla el idioma de los peces, que es así: «glugluglu» y es muy divertido y entonces yo me levanto y voy a jugar con él, pero mi mamá no me deja porque quiere divertirse ella sola y me echa a mi cuarto enfadada y le dice bajito: «que no te escuche el niño, que no te escuche el niño» para que yo no pueda divertirme también.
»Mi papá es mi héroe porque nunca está triste y siempre está contento y me cuenta cosas que no entiendo, pero como se ríe mucho después a mí me hace mucha gracia también y me río también. Mi papá es mi héroe porque nunca me despierta pronto para ir al cole ni me dice que me coma el puré ni me dice que me vaya a la ducha ni me dice que me lave los dientes.
»Mi papá es mi héroe y de mayor yo quiero ser como mi papá y reírme mucho siempre y no como mi mamá porque siempre está callada y siempre se pone a llorar sin que se caiga al suelo ni le duela la barriga ni nada.
Pese al silencio de la seño, la clase aplaudió con el mismo ardor de siempre y Juanito volvió a su pupitre, sonriente y liberado al fin de tener que hablar en clase.
Si algún día te quedas con ganas de leer más ficción:
Pues me quedé con la cara de la seño.