🍃Publicar es inevitable
Cómo diría Cortázar, el de hoy es uno de esos textos que ya están escritos, sólo tengo que ponerlo en palabras (5 mins)
Ayer dormí cinco horas, hoy he dormido cuatro. El motivo es el mismo: tener que escribirte un correo porque, si no, no hay otra manera de cuadrarlo en el día.
Me pasé todo el jueves volando y me di cuenta de que ahora escribo más que leo en los aviones. Si te digo la verdad, esa sensación me hace sentir más escritor que haber publicado una novela y estar yendo a presentarla.
Porque, lo voy a repetir: publicar un libro es inevitable.
Y creo que me costó sorprendentemente poco entender esto, cuando lo entendí.
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Para todas las personas que desearían con todas sus fuerzas ser canarias, pero no pueden, y no viven en las islas: la presentación del libro el sábado 26 se va a retransmitir en directo (12:00 PM, GMT) en Substack y en Instagram.
Suscríbete para que te llegue el aviso de cuando esté en vivo la retransmisión
Antes de Miradero y antes de terminar Caminos de vuelta, ya tenía muchos amigos que habían publicado; algunos bastante más jóvenes que yo tenían dos o tres libros.
—Es que yo me marqué el objetivo de tener que publicar antes de los treinta —me dijo un día uno de ellos.
Entonces yo tenía justamente veintinueve años, y me preguntó antes de qué edad me gustaría publicar.
—Creo que ninguna —dije—. Dedico tanto tiempo a esto que, en algún momento, tiene que pasar, no me preocupa cuándo.
Se me quedó mirando como si hubiera convertido el agua en vino:
—Eso es un don.
Publicar es inevitable si estás determinado a vivir de contar historias, y yo llevo estándolo bastantes años. Para mí tenía demasiado sentido, sólo había que seguir y ser paciente.
Mira,
Cuando terminé bachillerato yo no fui a la universidad, me alisté en el ejército. Sólo después de eso, me matriculé en Filología Hispánica.
La excelencia académica no es una de las principales virtudes ni necesidades de un soldado, graduarse de la universidad es un auténtico logro en esas circunstancias,
¡PERO!
Estaba tan jodidamente comprometido con de verdad aprender de la carrera y pelarme el culo para sacar lo mejor de ella que, cuando me gradué con una media muy sabrosa, ni siquiera me alegré demasiado.
La determinación te quita la sorpresa de la felicidad.
La disciplina y el esfuerzo es comprarte tus propios regalos de Navidad: no te vas a sorprender al abrir los paquetes, pero vas a tener exactamente lo que quieres.
Publicar es inevitable, porque deja de ser un objetivo y se convierte en una consecuencia de tu esfuerzo. Si riegas y cuidas un manzano, lo último que te sorprende es que de manzanas.
Así que no te preocupes: si eres escritor y no has publicado, sigue escribiendo y publicarás, porque es irremediable.
Y, si eres escritor, y no escribes, porque estás pasando una temporada mala. No te preocupes, un arquero no deja de serlo porque se quede sin flechas, sólo preocúpate en buscar la forma de reamunicionar.
Pero no hagas lo que vi en Instagram.
Con el lanzamiento de Caminos de vuelta, estoy removiendo mucho Instagram, como el que revuelve un pozo séptico a ver si alguien ha cagado una muela de oro o algo de valor.
Allí también hay escritores, pero escritores que no conozco, porque no pertenecen a nuestra linda secta babilónica-endogámica-incestuosa que es Substack; así llegué al perfil de una chica que se definía como: «Intento de escritora».
Me llevé de verdad una mano a la cara.
Qué manera de maltratarse a uno mismo. No hagas eso, no con la escritura, con nada en tu vida.
Hay varios motivos por los que alguien se llamaría «intento» de algo, me los sé todos, como rebajarle las expectativas al lector y que te juzgue poquito. La cosa es que, con eso, te estás despreciando tú y tu trabajo, y consigues que nadie te tome en serio, el primero y más importante: ni siquiera tú mismo.
Y terminas aplazando la publicación un año, como yo, pero eso te lo cuento otro día. Si me comentas que te interesa, si no, no.
Una cosa es que publicar sea inevitable y, otra, que te pongas la zancadilla tú sólo.
Y, para ti, lector, te cuento cómo se traduce todo esto en ti.
Si sigues Miradero, es inevitable que compres, porque la campaña de lanzamiento termina mañana, pero vamos a seguir hablando de la novela.
Sin ir más lejos,
Antes de rendir el alma, la serie colaborativa en la que los lectores crean los personajes y deciden qué hacen en cada capítulo, sucede en el mismo universo de la novela y, con su publicación, empezarán a aparecer en la serie elementos de ella que necesitarás entender.
Este permearse la novela con los correos seguirá pasando con otras cosas.
Entonces, cuando te des cuenta de que Miradero no es un blog ni una newsletter, sino que pretende ser un universo vivo, entenderás que vas a tener que leer la novela para seguir siendo parte de esto.
Y por fin comprarás, a destiempo y rezagado. Porque la diferencia es que, si lo haces hoy, te llevas el bonus de regalo, si lo haces el domingo 27, no.
Si lo compras hoy, formarás parte del futuro Miradero desde el principio.
Así que no te pongas la zancadilla, no lo aplaces como yo aplacé el publicarla. Ahórrale el disgusto a tu futuro yo y compra hoy, mi mirandero lindo:
El bonus del que hablo es un vídeo donde te explico la estructura de la organización ✨👁️ s e c r e t a 👁️✨ que articula toda la trama, y sólo lo puedes conseguir si compras antes del sábado 26 (incluido), online o en la presentación en Las Palmas, en el Gabinete Literario a las 12:00 PM.
Si compras online, escríbeme a samuel@sdominguez.com diciéndomelo, o no me voy a enterar de que lo has hecho.
¡Besitos volados!