🍃Soy una vaca lechera
Y doy leche merengada, ¡ay, qué vaca más salada! Tolón-tolón (5 mins)
Llevo escribiendo Miradero a diario casi un año y medio y, entre explícita y tácitamente, uno termina creándose un calendario interno de publicaciones.
Yo le llamo mi marcapasos.
Es el que te chiva lo que te debería tocar escribir cada día, para que todo tenga una especie de cohesión guay y la ensalada esté bien mezclada, que no te toquen todos los tomates juntos y cuatro lechugas tristes.
Al principio no tenía este marcapasos, ni tampoco tenía un calendario explícito de publicaciones que te afinan la puntería creativa pasivamente, tipo: lunes, pago; miércoles y sábados, ficción; domingo, Palestina.
Iba fijo a pelo, a lo que cayera del cielo ese día. El cromañón que sale de la cueva con tembleque y dice:
SEÑOR CROMAÑÓN: Bua, chaval... A ver qué hostias me como yo hoy. (Dice con acento de Chamberí, porque justo es un cromañón madrileño este.)
Estaba fijo en un estado de supervivencia creativa.
Luego, por lo de que a capar se aprende capando, el cromañón que soy descubrió la agricultura, la cadena de trabajo, los gremios artesanos y ya, por lo general, vivo bastante estable creativamente.
¡SIN EMBARGO!
(Giro dramático de los acontecimientos.)
Hoy me he dado cuenta de algo y es que no tenía ni idea de qué escribir, y me he sentido taaaaaaan guay. O sea, he dicho: tío, que suerte, puedo escribir de lo que me dé la gana.
Una situación ante la que, hace un año, habría estado dando saltos de aquí para allá, desquiciado, por encontrar un tema.
Y de lo que me apetece hablarte hoy es de cosas aleatorias.
Cosas que no darían para un correo independiente sin que quedase forzado. Todo junto, aquí, sin motivo ni finalidad más que abrirme la tapa del aparato de pensar y enseñártelo un poco.
Samu quiere que le des una paguita por contarte cosas.
El formulario de la paguita, haciendo click en el botón verde bonito:
Cosas que me molestan
Hay unos imbéciles en Substack (secta banilónica-endogámica de los besitos entre escritores y lectores, con palparse mucho las carnes por encima de la ropa) que están poniendo de moda un tipo de note, que son los tuits del Twitter de AliExpress que se ha montado la secta.
Me refiero al tipo de:
«Yo, después de publicar para mis 4 suscriptores»
Y ponen la foto de alguien que da una ponencia a una sala vacía, o un ermitaño hippie que habla con animales. Lo que termina teniendo muchitos likes golosinosos.
Me molesta cuando luego entras en sus cuentas y tienen cientos o miles de suscriptores y es como: ¿por qué quieres hacer esto, tío?
Porque lo que consigues es potenciar la idea de: «que no te lea nadie es super cool», cuando no es verdad, es una puta mierda, y tú lo sabes, por eso has hecho todo lo posible por tener esos miles de suscriptores.
Dejen de romantizar la miseria, cojones.
Es como si alguien sube una foto suya con: «Yo, después de almorzar pan de ayer mojado en agua de lluvia, jeje» y fuera de plano tiene un Corvette aparcado.
No seas careta.
A la gente que de verdad tiene cuatro suscriptores y publica algo así: a tu rollo, todo bien contigo.
También me molestan los carpinteros que no borran las marcas de lápiz después de medir.
La literatura es igual que el narcotráfico
Se me ocurrió esto el otro día y creo que es superacertado, ya me dices tú si no.
Piensalo:
Tienes camellos, dealers que te venden cocaína cortada, adulterada con cualquier porquería que se han encontrado por ahí: yeso, paracetamol, lidocaína o lo que tengan a mano.
Una cocaína que consiguen de un tipo un poquito más grande que ellos, que, a su vez, está compinchado con un narco gordo que le manda lo bueno de verdad.
Pues creo que la literatura es un poco igual.
Hay unos grandes narcos de la literatura que tienen las grandes ideas y, luego, aparecen pequeños lacayos juntaletras que van replicando esas ideas, pero con las manos sucias y haciendo que, lo poco que han alcanzado a rescatar de la gran idea, parezca más, para poder estirar el chicle todo lo que puedan.
Esto vale también para otras disciplinas.
Lo de ser una vaca lechera
A todo esto, el título del correo de hoy viene a que me he dado cuenta de que, en un día normal, creo mucho más de lo que consumo.
Poco a poco, y sin ningún tipo de intención para terminar así, he ido convirtiendo mi tiempo de consumir en tiempo de crear.
Esto nunca ha sido así.
Antes, si tenía tiempo libre, me ponía una serie, jugaba a algo. Muy rara vez escribía. Escribir era como una tarea sagrada, de esas de ponerse guapo los domingos para afilar el lápiz y…
e · s · c · r · i · b · i · r
(Suenan clarines celestiales.)
Ahora, desde que tengo un momento, escribo para alguno de los proyectos que tengo en movimiento, o trabajo en algo que necesiten esos proyectos para caminar.
Es curioso que, al profesionalizar la escritura, la he hecho de verdad mi entretenimiento. La he convertido en la actividad que ocupa mi tiempo libre.
Este es sólo un recordatorio de que es mentira lo que te dices: hacer de la escritura (pintura, música, jugar a las chapas, beber gasolina) tu trabajo no lo va a estropear, no lo vas a pervertir ni te va a robar la experiencia gratificante para clavarte unas cadenas de hierro: te va a dar más tiempo con esa actividad. Punto.
Yo le he puesto el nombre de: La búsqueda de la grata labor.
No se trata de encontrar eso que podrías hacer gratis con gusto, sino encontrar eso que podrías hacer de tu refugio cuando no quieres hacer nada más.
Y dar con la manera de dedicarte a ello.
Por qué Samu ya no usa emojis
Si eres de la Primigenitura, sabrás que antes utilizaba un montón de emoticonos al escribir los correos.
Ya prácticamente nunca los uso.
Por ejemplo, sé que el Samu de 2024 habría escrito esto, más arriba:
✨👁️~ e s c r i b i r ~👁️✨
Y en verdad me sigue pareciendo más gracioso así, con los ojitos,
¡PERO!
Sé que nunca, en un texto literario, le pondría «👁️✨» a nada.
He dejado de utilizar emojis en los correos para forzarme a transmitir esa misma emoción con palabras, o aprender a hacerlo, poco a poco. Crear esa risa y sobresalto de ver el ojito y las estrellas, pero sin ver el ojito y las estrellas, sólo leyendo palabras.
En el momento actual, creo que era más divertido antes, pero si me ejercito en ello lo suficiente, en un futuro, aunque tarde años, llegaré a provocar esa misma risa con palabras.
Entonces, eso sí será extrapolable a cualquier texto literario, y ese será el verdadero logro, porque yo soy escritor de literatura. Estos correos, nuestras charlas del café, son el sparring que haces con tu amigo antes de que venga un tipo con auténticas ganas de partirte la cara en un cuadrilátero.
O sea, la literatura.
Así que, mientras tanto, chistecitos flojillos. No pasa nada, está bien, sé que tú me quieres igual.
Yyyy te diría que esto ya va estando bien por hoy.
Más se le iba a hacer demasiado bulto al chico del delivery.
Nos vemos mañana para el capítulo más importante de Antes de rendir el alma desde hace NUEVE meses. Casi nada, un embarazo desde el último momento igual.
Relacionado con eso, la próxima semana viene una sorpresa que puede salir muy guay o ser un auténtico desastre.
Veremos.
¡Besitos volados!


Me encanta este rollo de la aleatoriedad, cada pildorita da para mucho. Voy a intentar ser breve con algunas de ellas: en cuanto al calendario, creo que todos empezamos igual, sin saber bien de qué hablar o como enfocar. Con el tiempo ganamos confianza y aprendemos a sacarle jugo a situaciones a las que quizá antes no sabíamos apreciar lo suficiente. Yo estoy en ello, la mayoría de las veces tengo temas vagos que, en cuanto me pongo, dan para más.
En cuanto a las notes molestas, opino igual. Incluso yo me molesto a mí mismo cuando me muestro condescendiente y quejica. Me he propuesto no escribir más acerca del síndrome del impostor o parecidos. Estamos aquí para disfrutar de lo que otros escriben y aprender de ellos escribiendo y creando comunidad, poco a poco.
No me extiendo más, que también me molestan los pesados, jeje.
Un abrazo.
El ejercicio diario es un excelente ejercicio (lo dice la sedentaria) para cualquier actividad creativa. Ayer estaba viendo el vlog de una artista visual abstracta fde UK que contaba sobre su proceso a partir del trabajo diario en su sketchbook. Y realmente es aplicable a cualquier actividad creativa. Me ha gustado mucho tu post. Saludos!