🍃¿Te acuerdas de Beni? (4/4)
Y ya estamos (casi) listos para empezar el Tercer Acto (5 mins)
El lunes empezó la creación del protagonista para el Tercer Acto de Antes de rendir el alma.
A lo largo de la semana te he ido refrescando la memoria con los personajes de los anteriores Actos, que serán personajes secundarios en la historia que está por empezar.
Y quizá no tan secuendarios.
Benito
🧭 La vida de Beni🧭
Todos estos rasgos fueron creados por lectores
Se llamaba Benito, tendría unos veinticinco años y, aunque pareciera el último descendiente de Ragnar Lodbrok, nació en Carabanchel. Cuando tenía cinco años, el padre fue condenado a veintiún años de cárcel y su tutela recayó, en la práctica, sobre el Tercio nuevo de Carabanchel, la banda de skinheads de su padre.
Beni no sólo heredó la heterocromía en esos ojos gris y verde de su padre, aun siendo un adolescente, y llamado de un modo un tanto nobiliario a ocupar, por linaje, el puesto que dejara su padre, demostró las dotes necesarias para acabar liderando el Tercio. Siempre vivió en aquel entorno de agresividad y crímenes con la naturalidad de haber nacido en él, pero un día, ya en la veintena, algo demasiado crudo lo hizo despertar y alejarse con el estigma, físico y social, del traidor.
Desde entonces usa gafas de sol, como si el mundo pudiera reconocerle en los ojos a su padre, y su vergüenza.
En un intento por reencauzar su vida, buscó trabajo en un estudio de tatuajes y se matriculó en la carrera de Historia, donde fue alumno de Alma, y se enamoró de ella. Intenso y breve, porque no mucho después la profesora se fue de baja y terminó siendo sustituida por Claudia, una doctoranda. Aunque es cierto que Beni siempre fue un tanto pícaro, no encontró el mismo interés en Claudia, más allá de admirar, e incluso guardarla con su colección, esa voz suya.
Pero algo no terminaba de cuadrarle.
Beni tenía dos características naturales irrefrenables: primero, hablar solo más de lo que debería; segundo, tener muy buen olfato, y no sólo literalmente, así que siempre supo que en esa baja de Alma… Había algo extraño. No fue, sin embargo, hasta que conoció a Luna que la necesidad de una investigación juntos se hizo evidente.
Y a Beni nunca se le dio demasiado bien decir que no.
🧭 La Pérdida🧭
Lo que vivió Beni durante el Segundo Acto, siguiendo las decisiones de los lectores
Si Beni imaginaba que esa investigación sería perseguir la pista de un asesino o un secuestrador, no podía estar más errado. Igual que su amor con Alma, la investigación sería breve, pero también inexplicable.
Durante esa primera conversación con Luna, hablando del anillo que la chica había encontrado en el apartamento de su hermano, Benito decide ponérselo y queda atrapado en él junto a Aug’naar; un ser medio gran felino, con ese pelaje tornadizo entre verde y azulado, medio humanoide. Le dice que es un ber'zarani, una especie de espíritu que se resiste al tránsito de la muerte y que, probablemente, Benito también lo sea.
En sus intentos por salir al exterior, Aug’naar le habla de Faer el Inquieto, un druida Eshayia dueño de ese anillo y cuyo espíritu todavía debía estar vinculado a él. Trata de encontrarlo, en esa reproducción de un bosque fantástico que es el interior del anillo, y llega a unas inscripciones sobre un altar. Allí vierte su sangre, sólo para conseguir que Faer el Inquieto usurpe su cuerpo, fuera, en Madrid.
Después de que el anillo cambie de manos en Madrid y vuelva a las de Luna, Benito ve que se encuentra con Alma y, desesperado por ver cómo la chica esta dispuesta a abandonar y dejarla ir, Benito se arranca el corazón y lo pone sobre el altar, la única forma de salir del anillo, o eso prometen las inscripciones del altar. La misma decisión que, según Aug’naar, siguió Cándido cuando también estuvo atrapado allí.
Antes, Aug’naar le advierte de algo sobre Alma y el destino de un ber’zarani:
—Hay una llama en ella —dice entonces con ese rugido de voz—. Sé que hay una llama en ella y que tú no puedes rehuir su encuentro. Si, al final, lo peor sucede, si en vez de competir contra Faer por tu carne, caes en el vacío de ser un ber’zarani, habrá una llama mayor, universalmente atractiva, cien mil veces mayor que esta que ahora sientes por esa mujer. Seguirla es el destino de la vida que se apaga; resistirla, es el camino del hambre y la dulce perdición del ser. Si eliges el hambre por estar con ella, te habrás convertido en mi hermano en la necedad, y rezaré por que Eshayia te perdone.
Y así fue.
Al salir del anillo y descubrir esa gran llama universal, que lo convoca a la disolución en Ella, abandona la vida y emprende ese tránsito del alma hacia Su seno.
Ahora, Beni está en una dimensión inaccesible para un ser común o, al menos, de camino allí, aunque su cuerpo sigue en la nuestra, usurpado por alguien que no debería existir, que debería haber muerto hace siglos.
Alguien a quien se le da demasiado bien burlar a la muerte.
«Ojos de dos colores… Así que tan fácil se os sorprende, ¿eh? Ven, déjame mostrarte algo mejor»
Ahora, sé parte de esto
El proceso de creación del nuevo personaje para el Tercer Acto terminó anoche.
Ahora sólo nos queda esperar pacieeeentemente a que empiece el nuevo Acto.
Puedes echar un ojo abajo, mientras tanto 👀
¡Besitos volados!
Explora el universo de la historia
Lee el resto de fichas de personajes (4/4)
Un resumen de cada personaje de los anteriores actos.
La historia completa del Primer y Segundo acto narrada por
.
La historia completa del Primer y Segundo acto escrita y con las decisiones de los lectores.
La novela que hace posible este universo.