🍃Tolkien se tuvo que sentir tentado
Hoy, en la isla de las tentaciones escriturales… (5 mins)
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote:
Cargado del polvo del camino, un último esfuerzo para escalar la gran roca lo deja, a gatas y resoplando, ante el pórtico del Monte del Destino. Le pesa el cuerpo tanto como si llevara él su anillo al cuello, pero un calambre de voluntad lo levanta por fin y corre al interior de la montaña.
Las llamas son tan vivas dentro que el sudor se le seca en la piel y ropa al cruzar el umbral.
—¿Frodo?
—Aquí, Sam —apenas susurra él, al fondo de la pasarela, los rasgos en un claroscuro de pesadilla por la lava.
—¡Destrúyalo!
Frodo se vuelve encogido sobre sí para mirar el anillo, que protege como un pájaro herido contra el pecho. Pero lo extiende en un impulso, tan lejos de sí como el brazo le permite. Y pendulea el collar ante él. Y hay una última mirada al vacío del péndulo.
—¡Vamos, ahora! ¡Láncelo al fuego!
La respiración se le agita. Mira a la lava y se espanta o se repugna, como si estuviera a punto de arrojar a su hijo a las llamas de un volcán, y se le retuerce dentro entonces la culpa y el duelo.
—¿A qué está esperando? —Por fin, una pena profunda le alcanza al comprender—. Sólo déjelo ir…
El anillo le dice algo a Frodo. Lo sorprende. Lo suspende después, lo embota, pues le susurra a los latidos del corazón, a la sombra que habita incluso en un corazón de la Comarca. Y Frodo se gira resuelto, determinado, y ese tal Sam, con quien ha cruzado la Tierra Media a pie, le es extraño:
—El anillo es mío.
Rompe la cadena y mira una última vez a aquel hobbit rechoncho que tanto le sigue. Cuando se pone el anillo único, Frodo se esfuma del mundo.
—No… —Y Sam tuerce el gesto en un llanto del alma.
Bueno,
Pues, justamente ahí, estoy bastante seguro de que Tolkien tuvo que dejar el bolígrafo a un lado para reclinarse en la silla y permitirse mirar un rato al techo. Yo me habría quedado ahí durante horas, probablemente él necesitó un par de minutos.
Hay una pregunta crucial en el desarrollo de los personajes. Quizá la única pregunta que importa en toda la novela.
Frodo no puede destruir voluntariamente el anillo, es superior a él y lleva demasiado bajo su influencia. Sam ha visto lo que el anillo le ha hecho a Frodo y sabe lo que le hará al mundo.
Ahora, la pregunta que tuvo que tentar a Tolkien:
Sam ve las pisadas de Frodo, torpes e invisibles, pasar a su lado… ¿Podría Sam empujar a Frodo al vacío?
Imagina la carga dramática que habría tomado la escena, y cómo los valores e incluso casi que el tema central de la novela habría cambiado. El amigo que sacrifica su amor por un bien mayor. El siervo que depone a su amo, y perjura de la lealtad que le debe, por haber reconocido el mal en él. El escudero que se atreve donde fracasa el caballero ungido.
Narrativamente, habría dejado al lector seco.
Clavado en esa página como una mojama.
Imagínate esas manos que se estiran y empujan Frodo, sin pelea, que en la caída el anillo se le desengarza y hay un último encuentro de ojos, lúcidos, que miran con espanto a Sam.
Pero Tolkien agitó la cabeza e hizo entrar en escena a Gollum. Anudó en letras un forcejeo, un baile y, por fin, una caída a las llamas eternas.
Cuando uno escribe se enfrenta a momentos así constantemente, a cada paso que da el personaje, porque esos pequeños pasos son los que determinaran si un personaje terminará haciendo eso que, tal vez, ya habías diseñado para el final o para un momento crucial de la trama.
Porque hay veces que un personaje, en el último capítulo, ya no es el mismo que cuando diseñabas la línea argumental, que ya no puede hacer eso que le encomendaste. Y eso es deseable, porque demuestra que dentro de ese pequeño ser está latiendo algo con voluntad propia.
O, al menos, con memoria propia.
Hace unas semanas,
me invitó a hablar con él en su podcast Sayonara Baby y, aparte de otras muchas preguntas interesantes que nunca me habían hecho, como qué actriz haría de Lucía Santoral en una adaptación al cine, hablamos mucho de proceso creativo.Y de esas decisiones que toma un escritor en estos conflictos entre lo que uno quiere y lo que la narración necesita.
Sí, inconscientemente te estoy haciendo que me iguales a Tolkien, porque tengo una vanidad infinita y es, a la vez, una estrategia de marketing persuasivo-cognitivo marcapersonaloso accionable y valioso.
Bromita…
⛈️👁️¿¿O TAL VEZ NO??👁️⛈️
La cuestión es que, si te apetece ponerte la charla de camino al curro o a donde sea que estés yendo hoy, te dejo el enlace abajo.
Porque, más allá de proceso creativo, la charla fue supercrema, como si estuviéramos echando unas risas en un bar, y le cuento cosas como cuál era mi distintivo radio en el ejército, por qué, y otras historias así sin venir mucho al caso.
Eso, yo me la pondría de fondo, aunque sea por escucharnos las risas:
¡Besito volado!
Hola Samuel, lo que cuentas es algo sobre lo que se ha escrito muchísimo. Es una consecuencia de la naturaleza del anillo y es por lo mismo por lo que Elrond tampoco tiró a la lava del Monte del Destino a Isildur 3000 años antes (en las películas, en el libro no es tan sencillo, pero parte de la misma base). Si tiras a una persona, no te aseguras que el anillo vaya a caer. De hecho, Gollum tenía el anillo y, cuando siente que ha vuelto Sauron, se desprende de él y es por lo que lo encuentra Bilbo. Eso sin contar con la devoción que demuestra Sam a Frodo que hubiera hecho prácticamente imposible matarle:
https://gamerant.com/lotr-sam-fight-frodo-destroy-the-one-ring/
A ello hay que añadir la corrupción del Anillo en sí mismo: en otras manos, no hubiera llegado ni a Bree porque el portador ya hubiera sido corrompido. Como muchos señalan, se distingue entre el portador y el destructor del Anillo. La principal misión de Frodo era ser portador. La misión de destruirlo era de toda la Comunidad del Anillo.
Al final, la intervención de Gollum viene determinada también por las palabras de Gandalf en Moria a Frodo: "Muchos de los que viven merecen la muerte. Algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes dársela, Frodo? No te apresures a repartir la muerte en el juicio. Ni siquiera los más sabios pueden ver todos los finales." Bilbo no mató a Frodo en EL Hobbit y esa acción afecta hasta el final de El Señor de los Anillos.
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