🍃El miedo a que te pongan los cuernos
Esta semana estoy que parezco un coach de newsletteros, y es que no te voy a hablar de adulterio, o al menos no del que suena como: «Oh, sí, sí... ¡AHH! ¡Espera, cariño! ¡No es lo que parece!» (6 min)
Pues sí, es lo que parece.
Tus lectores leen a otros, siento ser yo el que te lo diga.
Hace una semana o así, publiqué un correo donde te hablaba de algunas newsletters con las que me llevo muy bien y que recomiendan Miradero. La cuestión es que algunos lectores me dijeron que eso había sido muy generoso por mi parte.
Y me quedé dándole vueltas, porque sé que hay gente que piensa que, si alguien se suscribe a otra news, lo van a dejar de leer a él. Como si los lectores fueran un niño con una sola moneda y tuvieran que decidir muy bien cuál es el mejor dulce de toda la tienda.
Hace algún tiempo hablaba con una mujer, no voy a decir la nacionalidad para que no hagas generalizaciones por ahí, y me dijo que ellas sabían que sus maridos les serían infieles, en algún momento.
Y que era deseable que fuera así.
—¿Qué mujer querría estar con un hombre que fuera invisible para otras mujeres, que fuera incapaz de atraer a otras mujeres?
Me quedé flipando.
Por la convicción con la que decía algo tan controvertido y porque era algo que va en contra de lo que defienden todas las culturas monógamas que conozco.
¡PERO!
Me dio por llevármelo a lo mío.
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote:
Que tu lector se la lea a otro es lo mejor que puede pasarte
No hay nadie más peligroso e imbécil que un lector de un solo libro, así nacen los fanatismos que nos llevan a todos de cabeza al caos.
Y no creo que sea diferente con las newsletters.
DESEA un lector con criterio, no un muñeco con platillos atados a las manos que te baila el agua cada vez que juntas dos palabras. De verdad, yo se lo pido al cielo, porque sé que un buen lector sólo y exclusivamente puede hacer generar buena escritura.
Piénsalo, si tienes que enseñarle a un niño que la be con la a hacen «ba», no te tienes ni que preparar la clase; si vas a enseñarle a un grupo de doctores en literatura cómo entender un texto de Cadalso, pues lo mismo te aseguras bien de apretar el culo para saber qué carajo estás haciendo.
Si te das cuenta de que tienes buenos lectores en tu audiencia —y, si no eres retrasado, eso se nota—, te pones las pilas, buscas la manera de hacerlo mejor.
Y uno se convierte en buen lector leyendo. Así que, como tú no puedes estar dándoles contenido 24 horas al día para hacerlos leer más (eso sólo lo puede hacer mi hermano
), que lean a otros es un regalo que revierte en ti.Así que no seas celoso con compartir a tus lectores, tolete.
Que tu lector se pire con otro es lo mejor que puede pasarte
Todos han escuchado la historia, quizá hasta te la has mamado como actor protagonista, esa de una pareja superfeliz, con la vida superencaminada, que, de pronto, ¡oh, mísero destino! Aparece un ser oscuro que rapta a una de las personas para darle besitos fuera del alcance del actor protagonista, para siempre.
Bueno, esa pareja no era superfeliz, uno de los dos estaba mintiendo todo este tiempo, así que lo mejor que le podía pasar a ese pobre desgraciado que queda sobre un charco de lágrimas es, precisamente, estar sobre un charco de lágrimas, un rato, y levantarse libre y renovado para buscar una persona que de verdad merezca la pena.
La relación lector-escritor es una inversión de esfuerzo, ganas y cariño, igual que una relación sentimental ←(esto es lo que ahora la gente llama «una relación sexoafectiva», por si eres tan moderno que no te aguantas y necesitas traducción).
Personalmente, creo que uno nunca, o en muy extremadas y pocas ocasiones, escribe para sí mismo algo más allá de la lista de la compra. Pero digamos que hay un punto en el que un escritor deja de escribir para sí y escribe para alguien más.
Sería irresponsable y profundamente egoista no preocuparse en conocer a ese «alguien más», quién es y qué espera; para dárselo, o no, también hay una estrategia en el coartar expectativas. La cuestión es que escribir se convierte en una tarea creativa, individual, pero también interlocutiva.
La literatura es un arte basado en la comunicación, de nada vale recitar el poema más maravilloso jamás escrito si se lo recitas a una audiencia que no habla tu lengua. El escritor se preocupa en conocer la lengua de su lector para saber cómo hablarle, cómo decirle lo que le tiene que decir para que genere el efecto preciso que él busca crear con su texto.
Vale, pues imagínate que estás haciendo todo ese esfuerzo para aprender la lengua de un gilipollas.
Estás perdiendo el tiempo lo mismo que aquel pobre enamorado que descubre, a las malas, que su pareja no era la indicada.
Lo de gilipollas lo digo para el chistecito, para que saques una sonrisilla y esto sea más ameno, pero, realmente, cuando un lector se va para siempre, no significa que sea gilipollas y tú el santo patrón incomprendido de las letras, es que simplemente habláis lenguas distintas.
Déjalo marchar, cabrón. No te apegues, antes siéntete agradecido porque has servido de canal para que esa persona encuentre al escritor que le habla en su lengua.
Además,
Quizá te crees que tú eres diferente e imperturbable, pero tu lector te moldea, te hace cambiar el estilo, igual que una pareja te hace cambiar.
Y esto es positivo, o puede serlo.
Si tratas de mantener a alguien que NO deberías, te va a desfigurar por dentro, porque hay lectores que despistan, que quieren que hagas las cosas de una manera muy concreta que les gusta a ellos o, peor, no saben qué putas quieren, pero están decididos a marearte.
Cuanto más crezca tu audiencia, a más personas vas a decepcionar, y está bien así, porque por cada decepcionado habrá muchas otras que tendrán su momento clic contigo, que se dan cuenta de que hablas su misma lengua literaria o newslettera y que le sabes tocar justito en el punto que les hace cosquillitas de las de dame más.
La cuestión es que, si tienes miedo a que se te vaya la gente, vas a hacer lo que sea para tratar de mantenerla. Y ese «lo que sea» pasa por desdibujarte a ti, y a tu mensaje, y privar a nadie de alcanzar a tener un momento clic contigo jamás. Porque tú ya serás una mierda mal cagada, maquillada y grotesca, de lo que fuiste en algún momento.
Así que eso, el resumen en una frase, para que puedas hacerle restack fácil:
Los escritores deberíamos dejar de relacionarnos con los lectores como monógamos celosos y empezar a vernos como una de esas tribus de paternidad compartida, donde todos cuidan de los recién nacidos por igual, porque saben que de su salud depende el futuro de toda la comunidad.
Lo dejamos aparcado por hoy aquí,
¡Besitos volados!
Te dejo aquí el enlace al texto que cité arriba:
⮤ «Hace una semana o así, publiqué un correo donde te hablaba de algunas newsletters con las que me llevo muy bien y que recomiendan Miradero»
Salve👋🏾👋🏾
Yo fui una de las que te dijo que eras muy generoso haciendo las recomendaciones, pero sin pensar en que publicitar a otros escritores te quita lectores a ti.
No se me pasó tal cosa por la cabeza tal cosa.
Me pareció generoso por compartir tus joyas ocultas 💎💎
A veces nos pasa que nos “guardamos” nuestros descubrimientos, no sea cosa que se gasten. O se banalicen.
¡¡¡¡¡Mi teeeeeesooooorooooo!!!!!!💍
Bien traído el tema. Que nos pongan los cuernos oiga! Jajajaj buen finde!