🍃La historia de contar cosas que no son historias
Nos toca un post de la sección, olvidada ya, «Para odio de historiadores» donde, sin que me lo pidas, te cuento un dato histórico sin permiso de la Academia. No la RAE, la otra (6 mins)
A estas alturas ya deberías saber que vivo en Palestina.
Lo que probablemente no sepas es que esta no es la primera vez que estoy en Medio Oriente; en 2016 pasé seis meses en el Líbano por algo que no viene al caso ahora, así que no entremos ahí, que te despistas.
La cuestión es que, estando allá, me vine a enterar de que los árabes utilizan otros números diferentes a los «nuestros».
LECTOR: ¡JA, JA! Menudo imbécil, mira que no saber eso…
Bueno,
Te respondo con lo que me dijo una alumna hace algunas semanas cuando me confesó que no sabía mandar emails.
—¿Cómo que no sabes mandar un email? —le dije.
Se encogió, escondiendo la cabecita despacio en un nido con los hombros, y me dijo:
—Nadie me ha enseñado…
Pues a mí nadie me había contado que los árabes tenían otros números y, como llamamos a esto: «I, II, III…» números romanos y a esto: «1, 2, 3…» números arábigos, pues ya te puedes imaginar mi sorpresa al descubrir que existían unos números SUPERarábigos, hipertrofiados en arabismo.
En verdad, son números como los nuestros, pero como si tuvieras mucha miopía.
Mira, entrecierra los ojos:
0123456789
٠١٢٣٤٥٦٧٨٩
Más o menillos, ¿no?
Un dato curioso: seis en árabe se dice algo así como «site» y mira qué parecidos son nuestro siete 7 - ٦ con su seis.
Esto es como para investigarlo, porque nuestra palabra siete viene del latín septem y este del indoeuropeo *septm-, así que a saber qué pasó ahí.
Pero que lo investigue otro, porque mi misión hoy es diferente: estás leyendo esto, mandar correos seguro que ya sabes, así que te voy a contar cómo llegamos a tener la versión lite de los números arábigos.
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote:
La lengua es una capacidad biológica innata del humano, casi que como respirar o cualquier instinto primario. Todas las comunidades han desarrollado algún tipo de lengua, pero no todas desarrollan la escritura.
La escritura es una técnica, un invento; la lengua no.
Pues resulta que lo primero que escribimos fueron números, no letras, porque…
CAPITALISMO… !! ⛈️⛈️
Es broma, lo del capitalismo, lo otro no:
Encontraron muescas en huesos que, algún arqueólogo (quizá un poco condescendiente de más), llamó «números» y ahí marcamos la casilla de salida, hace unos 20.000 años.
Lo siguiente son las tablillas cuneiformes mesopotámicas, por el 3000 a.C., y muchas son como si alguien del año 6000 d.C. se encontrara un ticket del Mercadona: venta de cabras, cuentas de cosecha, inventarios…
Tiene sentido, me imagino que la literatura sería mayoritariamente oral y, al final, lo importante, lo que te viene bien tener a mano para enseñarle a un juez, siempre han sido las cosas del parné, no los poemitas.
Aunque ya por esa fecha aparecen las tablillas de Enheduanna, el primer nombre de autor en la literatura universal que conversamos, que era, además, una mujer.
Te dejo una cita suya, que es, de hecho, el primer texto con el que se encuentra el lector en Caminos de vuelta, la novela que publico en febrero:
(yo te lo dejo caer, como hablando de todo un poco, sin intención ninguna 💅)
Llevé la canasta ritual y entoné el canto de alegría, pero me trajeron ofrendas funerarias como si nunca hubiera vivido allí. Me acerqué a la luz, pero la luz me era abrasadora. Me acerqué a la sombra, pero me cubrió la tormenta. Mi boca de miel se volvió venenosa. Mi templanza se desvaneció.
(Traducción hecha por SAMU que, aparte de genial, sabe asirio nivel nativo-jurado-por-Dios)
Pero hoy hemos venido a hablar de números.
Estábamos con los tickets de supermercados mesopotámicos, hechos con una caña triangular, que quedaban así: 𒐕, 𒐕𒐕, 𒐕𒐕𒐕…
Vamos a aligerar el asunto: llegamos a los griegos y se les ocurrió tomar las letras de algunos números para simbolizarlos, tipo: Ι («ἼΑ», uno), Π («ΠΕΝΤΕ», cinco), Δ («ΔΕΚΑ», diez)…
Y aparecen los romanos, les dan con un palo en la cabeza a los griegos y les copian el rollo, pero cambiándolo un poco, para que no se dé cuenta el profe de que...
¡PUES NO!
Prejuicioso del coño. Por que les copiaran los dioses, la arquitectura, el teatro… No significa que les copiaran todo a los griegos.
Los números los copiaron de los etruscos 🐵
Dando lugar a esos que quedan geniales para encabezar capítulos, numerar calles en plan señorial o para asustar a lectores nuevos con títulos de correos como: XVIII: Antes de rendir el alma.
Sólo había un problema, que los romanos no tenían a quién copiarle habían desarrollado el concepto de cero.
Fallito ahí al Senatus Populusque y toda la pesca.
Y es que los primeros en representar numéricamente el cero les quedaban lejos, porque fueron… Los olmecas.
Plot twist.
Pasan de inventar la rueda, pero, en un momentito, se mean encima de todos los matemáticos del Imperio (que sí, ya sé que sí conocían la rueda, pero que no la utilizaban en… Déjame en paz, pesao).
Así que los olmecas, los mayas y algunos más de nuestros prepaisanos americanos habrían sido los únicos capacitados para, cuando los indios inventaron su propio concepto de cero en el V d.C., decirles:
Señor Inca con un quipu: ¡JA, JA! Menudo imbécil, mira que no saber eso.
Si lo piensas, esa primera conversación entre matemáticos árabes con matemáticos indios tuvo que ser la hostia: explicarle a alguien que se te ha ocurrido representar la nada, la ausencia, en tus cálculos y que eso te abre unas posibilidades locas.
Pues resulta que esa conversación existió, o existieron, entre el siglo VIII y IX; o sea que los indios tuvieron tiempo de integrar el conocimiento para explicarlo, serenitos, a los árabes, que se volvieron para su casa y se pusieron a inventar cosas difíciles para hacerles la vida imposible a los estudiantes de bachillerato.
El resto es historia:
Don Rodrigo, rey visigodo, le hace ojitos (y otras cosas, depende de la versión) a Florinda, hija del gobernador de Ceuta, eso no le gusta nada a su padre y le dice a su colega Tariq que por qué no se da un salto a la península ibérica, que les sale la paella muy buena.
Pues como el salto terminó durando ocho siglos, sus números superarábigos (٠١٢٣٤٥٦٧٨٩) se extendieron pa’rriba hasta llegar a un tal señor don Fibonacchi que los enderezó y los terminó de expandir por Europa; o sea, por el mundo.
Ya, soy un cerdo eurocentrista asqueroso, y soy consciente de que he dejado de lado a China y otros sistemas numéricos, pero, venga, hombre, que esta es una newsletter de literatura en verdad, dame un chance.
Tengo una teoría a ese paso de números arábigos orientales a occidentales (que así se llaman realmente, lo de superarábigos, aunque te sorprenda, no es su nombre científico) y es el cambio de dirección de la escritura.
Si te fijas, por ejemplo: «٢, ٣, ٤» tienen un diminuto «4, 3, 2» en la punta de arriba, quizá, al escribirlos de izquierda a derecha en Occidente, terminaron por tumbarlos, o puede que esto sea sólo fumeque mío.
En resumen, que llamamos a nuestros números «arábigos» por lo mismo que llamamos a la ensaladilla «rusa».
La ensalada rusa la inventó un tipo (belga, por cierto), originalmente, con ingredientes como langosta, caviar, trufas, una salsa secreta…
Y nos llegó la versión con atún y mayonesa, pero la seguimos llamando igual.
Por lo menos tuvimos la decencia de llamarla ensaladilla, con diminutivo, como la Comedieta de Ponça del Marqués de Santillana, que no se atrevió a llamarla «comedia» para no parecer que la igualaba a la Divina comedia de Dante.
Este dato tiene la única y exclusiva intención de que veas lo listo que soy, todo lo mucho que sé sobre todo y el mucho respeto y aclamación que merezco, saludos cordiales.
Pues eso: nuestros números resulta que son la versión con atún y mayonesa de las matemáticas.
Si no lo sabías, ahora ya sí.
Si ya lo sabías, gracias por arrastrar el peso de tu magnánima indulgencia para con mi pobre intelecto, pacientemente, hasta el final del texto ❤️
Nos vemos mañana para descubrir qué majadería aleatoria e inesperada aparecerá por nuestro querido Miradero.
¡Besitos volados!
Aprender cosas nuevas entre risas es lo mejor... 😊
PD: la imagen del post de hoy, también es muy chula! Me gusta cómo utilizas el simbolismo en tus imágenes.
Bueno, gracias, aprendí un poco sobre matemáticas.
Nunca he oído hablar de la ensalada rusa, a pesar de que la ciudad en la que crecí tenía muchos europeos del este, incluidos los rusos...
Lo siguiente fue una respuesta arrastrada a través de la IA que no puedo corroborar porque alguien la publicó en Facebook y el enlace está roto, pero aún así me hizo reír...
"¿Cómo se llama una ensalada rusa en diferentes países?
En Rusia lo llaman "ensalada francesa", en Alemania lo llaman "ensalada italiana", en Italia es "ensalada rusa". Nadie quiere ninguna responsabilidad por esa mierda".