🍃Me la mido por Navidad
Es un día hoy de pasarlo en familia, compras de ultimísimo momento, dulces, turrones, trajes bonitos, lucecitas... ¡Ains! Qué mejor momento para sacar el metro y plantarla encima de la mesa (5 mins)
Hay momentos para leer, momentos para escribir y momentos para vivir.
Es algo que me repito a cada tanto, igual que hay gente que se repite aquello de «esto también cambiará».
No soy el primero en darse cuenta de que hay etapas en las que toca escribir y etapas en las que toca leer; momentos de llenarse y momentos de vaciarse.
Vi a alguien comentar por algún lado que cuando estaba inspirado, escribía y, cuando no estaba inspirado, leía hasta que se inspirara.
Pues eso,
Al final todos llegamos a la misma conclusión, porque el tiempo es limitado y uno tiene que elegir, o las circunstancias eligen por uno.
Así que te voy a hacer inventario de cómo se ha visto, en ese aspecto, mi año.
🎄El año que más he escrito🎁
En noviembre de 2023 terminé mi primera novela, Caminos de vuelta, que D.V. saldrá publicada en febrero de 2025.
Esa novela tiene tres partes y unas 122.000 palabras, y lo más probable es que la editorial la publique como una saga, pero esas palabras fueron escritas en 2023, no cuentan para este año.
Las que si cuentan son las 46.578 palabras que añadí a un relato de ciencia ficción que pretendía convertir en mi segunda novela, una novela corta que, a falta del capítulo final, no he terminado.
(¡DE MOMENTO! ⛈️⛈️)
Porque el 1 de julio de 2024 empecé Miradero y, para que se note en números cuánto tiempo me ha sorbido eso, te diré que cada palabra que estás leyendo contribuye a las…
190.988 palabras que ahora mismo tiene Miradero.
Tomémonos un momento de reflexión para visualizar esa puta locura.
Miradero tiene más palabras que mi primera novela y mi segunda novela, aunque estuviera terminada, juntas.
Y todo eso en un período de menos de cinco meses.
A eso hay que añadir unas 4.412 palabras de textos en colaboraciones externas y tendríamos un año con, aproximadamente, 241.978 palabras.
Y subiendo.
Eso es lo que me mide ahora mismo la escritura, y me parece una barbaridad, honestamente.
¿Las palabras no te dicen nada?
Bueno, cambia tener 240.000 palabras por tener 240.000 euros y así te haces una idea de cómo me siento.
🌲El año que menos he leído🪨
Como contrapartida, este año he leído…
🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁
DOS libros.
Dos. Two. Zwei. Ni. Tnin.
Normalmente me tengo marcado un mínimo de leer doce libros al año, para que coincida que he leído un libro, al menos, por mes, pero este año ha sido la hecatombe de la lectura.
He leído Bodas de sangre de Lorca y Trafalgar de Galdós.
Sí, he leído muchísimos posts de Substack y todo eso, pero lo que son libros, libros: dos.
Todavía estoy leyendo el tercer libro de este año, que voy muy despacito porque, sinceramente, me parece la mejor novela que he leído, fácil, en los últimos cuatro años y me apetece leerla sin prisa.
Además, es larga de cojones. Unas mil quinientas páginas.
Te podría dar el título, pero es una novela inédita y que se supone que no debería tener, así que, para mantener al CSI de la literatura alejado, mejor alargamos el secretismo.
Tengo acechada la editorial que la va a publicar, así que, cuando lo haga, te hablaré de esa novela porque, de verdad, es un botadón, no se me ocurre con qué otra cosa compararla que haya leído.
🦌El año que he vivido de pasada🛷
La gente se suele olvidar de esta parte, que yo añado a mi mantra:
Hay momentos para leer, momentos para escribir y momentos para vivir.
Vivir es otro modo de llenarse que muchos escritores pasan por alto y se quedan en ese pimpón de leer/escribir.
Objetivamente, en cuando a vivencias, ese año ha sido muy relevante. Uno no se muda a Palestina todos los meses,
¡PERO!
Si no fuera por esas ciento noventa mil palabras de Miradero, es una experiencia que estaría viviendo más intensamente, porque lo cierto es que, al final del día, paso más horas del día en Miradero que en Palestina.
Y es lo que hay, Yeray.
Cada cierto tiempo alguien me pregunta que cómo coño hago para seguir escribiendo Miradero a diario, y me halagan preguntándolo, pero ahora ya sabes el secreto:
✨ sólo tienes que sacrificar todo lo demás ✨
O casi todo, tampoco hay que ser dramas, pero seguro que tendrás que echar por la borda bastantes cosas más de las que te gustaría.
Porque, parafraseando a aquel: no sólo valdrá con sacrificar lo superfluo, también tendrás que sacrificar lo necesario.
Aunque siempre hay espacio en la bodega para las cosas de guardar, esta noche estaré cenando con las dos personas que más quiero en el mundo: mi madre y mi hermano.
Porque también hay que saber qué te mantiene a flote, no vaya a ser que lo tires también, siguiendo la costumbre, y te vayas al carajo.
¡Besitos volados y Feliz Navidad!
P.D.: Sólo te queda una semana para poder tener el título de Mirandero Primigenio.
Si se te pasa, eres un parguela.
Yo he de reconocer que me salvan bastante los audiolibros que escucho mientras trabajo, o cuando voy con la bici, sino fuera por eso, estaría más o menos igual que tú, porque también he leído solo dos libros en papel y estoy más o menos leyendo el tercero!
Llevo desde septiembre sin poder centrar la mente y suerte que al menos puedo escribir!
Eso, que como dices hay un momento para cada cosa, como en uno de esos juegos de tirar de la cuerda, esta está pintada de colores y en función de hacia dónde tiras, gana una parte u otra de la cuerda! Nuestras circunstancias y nuestras preferencias, son los pequeños tirones sobre esa cuerda!
Que pases una bonita noche! 🎄 Felices fiestas!!!! (Me caes casi mal igual, esto solo es espíritu navideño circunstancial) 😝
No te voy a piropear porque luego te me vienes arriba 😂
Pero maaadreeee miaaa si que la tienes grande!!! 🤣🤣🤣🤣
Fuera de bromas, Sr.Samuel me quito el sombrero y le hago una reverencia bien pomposa porque en todo esto no has mencionado tus horas de profe en el trabajo.
Esto es una pasada, pero para el año que entra espero que tus momentos de vivir crezcan. Disfruta de los dos pilares de tu vida y feliz noche. 🤗❤️
PD: Este año he leído 17 y puede que antes de que termine sean 18 libros, la escritura brillo por su ausencia. Estoy en modo hibernación casi lista para salir de la cueva 😉