Me toca pensar en alto hoy. Asómate nueve minutos si quieres echarle un ojo al revoltijo de ideas que traigo en la cabeza sobre atardeceres, paisajes y las cosas bonitas que no necesitan serlo.
Hola Samuel! Vengo aquí directa desde tu último post, anonadada ante el descubrimiento de que a alguien le pueda llegar más hondo lo bello de la creación humana, que del mundo natural. Pero anonadada desde la curiosidad y el respeto, eh?
Precisamente estoy escribiendo un ¿ensayo? compuesto de multitud de razones por las que siento que la vida merece la pena. Y muchas de ellas tienen que ver con el sentimiento de lo sublime con el que (yo, al menos) contacto a través de la contemplación de la naturaleza.
Una de ellas, de hecho, dice "El cielo ardiendo en rosa y naranja en los atardeceres despejados". 🤣🤣🤣 Me has hecho reír con el título de este post, por cierto.
Por eso he venido aquí corriendo. Leerte me ha ayudado a descubrir una perspectiva distinta a la mía, la verdad. Yo estoy escribiendo mi librito con toda la ilusión, dando por sentado que ciertas experiencias son universalmente dulces para todos/as, y me has hecho ver que no. Información con la que ahora no sé muy bien qué hacer, pero igualmente la agradezco.
Tras leerte con mucho interés intentando entenderte, creo que puedo comprenderte. Yo, con todo lo mística naturalista que soy hoy en día, creo que no empecé a *sentir* realmente el arrobo de contemplar la naturaleza hasta que no empecé a "bajar revoluciones", bajar de la mente al cuerpo, conectar más con mis sensaciones corporales, y con mi corazón (mis sentimientos).
Hasta ese momento, yo había vivido (sin saberlo) desconectada de cuello para abajo, como vivimos gran parte de las personas en los países occidentales. Experimentando la vida a través del pensamiento, más que de los sentidos físicos.
Cuando empecé a hacer varios tipos de terapias y a hacer mindfulness, yoga, y cosas así, gradualmente fui sintiéndome más presente, y más capaz de sentir sin la intermediación de la mente.
En tu post has insinuado en una parte algo así, que vives un poco a través de la mente.
Tal vez, si te cuesta captar pasivamente la belleza de lo natural, sea por eso. Por estar desconectado del cuerpo. El sentimiento de lo sublime, que se siente fundamentalmente en el pecho, se expresa en el cuerpo, de cuello para abajo.
Pero, al menos en mi experiencia, ese sentimiento no brota al ir tras él, sino que surge al estar abierto, receptivo, simplemente "siendo", con la mente en silencio.
Cosa difícil, porque la mente no se calla ni debajo del agua. 😅
Bueno, no sé, espero que este tocho te diga algo. Te lo he escrito por si te sirviese para desbloquear algo, en caso de ese fuera tu caso.
Me parece genial y muy revelador lo que me comentas, Clara. Y me encantaría leer un trocito de lo que estás escribiendo al respecto, me interesa mucho ❤️
Ahora estoy liadísimo (viajo hoy a Madrid y mañana a Palestina), pero se me ocurre una idea guay. ¡Te comento en unos días cuando baje la marea!
Ostras! Ya estás saliendo! Vale, pues nada, nada, ahora a disfrutar del trayecto y a corporeizarse en Palestina, que no es poca cosa... 😅 Pásalo muy bien Samuel.
Me encantará escuchar esa propuesta cuando tú lo sientas. 👍
Me encanta lo que cuentas! (aunque aun no haya leído todos los post). Con este en concreto, estoy en línea en casi todo: la mayoría de las veces un argumento de un hecho natural lo eleva a sublime, pero no necesariamente siempre siempre lo necesito.
¡Muchas gracias, Fátima! Llevamos sólo un mes, pero ya se van acumulando los post, jaja. Espero que no estés en línea con eso de que me cueste disfrutar del paisaje tanto y, si es así, ojalá se nos pase en algún momento y podamos disfrutar más naturalmente del mundo.
Hola Samuel! Vengo aquí directa desde tu último post, anonadada ante el descubrimiento de que a alguien le pueda llegar más hondo lo bello de la creación humana, que del mundo natural. Pero anonadada desde la curiosidad y el respeto, eh?
Precisamente estoy escribiendo un ¿ensayo? compuesto de multitud de razones por las que siento que la vida merece la pena. Y muchas de ellas tienen que ver con el sentimiento de lo sublime con el que (yo, al menos) contacto a través de la contemplación de la naturaleza.
Una de ellas, de hecho, dice "El cielo ardiendo en rosa y naranja en los atardeceres despejados". 🤣🤣🤣 Me has hecho reír con el título de este post, por cierto.
Por eso he venido aquí corriendo. Leerte me ha ayudado a descubrir una perspectiva distinta a la mía, la verdad. Yo estoy escribiendo mi librito con toda la ilusión, dando por sentado que ciertas experiencias son universalmente dulces para todos/as, y me has hecho ver que no. Información con la que ahora no sé muy bien qué hacer, pero igualmente la agradezco.
Tras leerte con mucho interés intentando entenderte, creo que puedo comprenderte. Yo, con todo lo mística naturalista que soy hoy en día, creo que no empecé a *sentir* realmente el arrobo de contemplar la naturaleza hasta que no empecé a "bajar revoluciones", bajar de la mente al cuerpo, conectar más con mis sensaciones corporales, y con mi corazón (mis sentimientos).
Hasta ese momento, yo había vivido (sin saberlo) desconectada de cuello para abajo, como vivimos gran parte de las personas en los países occidentales. Experimentando la vida a través del pensamiento, más que de los sentidos físicos.
Cuando empecé a hacer varios tipos de terapias y a hacer mindfulness, yoga, y cosas así, gradualmente fui sintiéndome más presente, y más capaz de sentir sin la intermediación de la mente.
En tu post has insinuado en una parte algo así, que vives un poco a través de la mente.
Tal vez, si te cuesta captar pasivamente la belleza de lo natural, sea por eso. Por estar desconectado del cuerpo. El sentimiento de lo sublime, que se siente fundamentalmente en el pecho, se expresa en el cuerpo, de cuello para abajo.
Pero, al menos en mi experiencia, ese sentimiento no brota al ir tras él, sino que surge al estar abierto, receptivo, simplemente "siendo", con la mente en silencio.
Cosa difícil, porque la mente no se calla ni debajo del agua. 😅
Bueno, no sé, espero que este tocho te diga algo. Te lo he escrito por si te sirviese para desbloquear algo, en caso de ese fuera tu caso.
Y si no, pues gracias por leerme hasta aquí!
Un abrazo Samuel! 💚
Me parece genial y muy revelador lo que me comentas, Clara. Y me encantaría leer un trocito de lo que estás escribiendo al respecto, me interesa mucho ❤️
Ahora estoy liadísimo (viajo hoy a Madrid y mañana a Palestina), pero se me ocurre una idea guay. ¡Te comento en unos días cuando baje la marea!
Ostras! Ya estás saliendo! Vale, pues nada, nada, ahora a disfrutar del trayecto y a corporeizarse en Palestina, que no es poca cosa... 😅 Pásalo muy bien Samuel.
Me encantará escuchar esa propuesta cuando tú lo sientas. 👍
Un abrazo!
Otro abrazo, muchas gracias! 🥰
¡Qué bueno! Creo que yo también debería dejar de empeñarme en que me gusten cosas o en encajar con gustos de la mayoría... Gracias por la reflexión.
¡Me alegro de que te sea útil la relfexión también para otras cosas, Izaskun! Un abrazo 😁❤️
Me encanta lo que cuentas! (aunque aun no haya leído todos los post). Con este en concreto, estoy en línea en casi todo: la mayoría de las veces un argumento de un hecho natural lo eleva a sublime, pero no necesariamente siempre siempre lo necesito.
Un abrazo
¡Muchas gracias, Fátima! Llevamos sólo un mes, pero ya se van acumulando los post, jaja. Espero que no estés en línea con eso de que me cueste disfrutar del paisaje tanto y, si es así, ojalá se nos pase en algún momento y podamos disfrutar más naturalmente del mundo.
Un abrazoo!