🍃Pues que AENA te pague un cursillo de defensa personal
Estás muy intenso tú últimamente. Déjame hablarte hoy de una chorrada, para aflojar la máquina (4 mins) · [y Aena es la empresa que gestiona los aeropuertos en España]
La gente, principalmente hombres, que nos dejamos barba, también nos tenemos que afeitar.
Lo recalco porque muchas veces, principalmente mujeres, no entienden que las barbas hay que perfilarlas en el cuello y la línea de pómulos.
Somos unos incomprendidos. No hay derecho.
La cosa es que tengo mucha barba, como quizá ya te habrás fijado. Eso en el tiempo que nos ha tocado vivir es positivo, porque a la gente le suele gustar la barba, en otro momento de la historia habría sido un porculo.
Llevo dejándome barba desde que se me unió sin calvas, eso pasó con dieciséis años. Así que, exceptuando los tres años que pasé en el ejército (los paracaidistas españoles no pueden tener barba), siempre he tenido.
Hasta los últimos meses en Australia, a principio del año pasado, que me la quité definitivamente. Y lo más probable es que, ahora que vuelvo a España por vacaciones, me la quite otra vez hasta que regrese a Palestina.
Pero eso es otra historia.
Y lo que vamos de correo sigue siendo introducción, aunque ya casi llegamos, porque lo que te quería contar es precisameeeeente algo que pensé el otro día cuando me estaba perfilando la barba.
Todo está minuciosamente conectado, confía 🥸
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote-te-te, salte del closet ✨
Hace muchos años descubrí que, aparte de quedar estéticamente muy-mucho-más madafaka, es más fácil perfilarse la línea de pómulos con una navaja de barbero.
Así que estaba haciendo ese développé de ballet con la navaja cuando pensé en comprarme una de las wenas.
No sé si a ti te pasa, pero tengo una atracción que me viene casi del reptiliano por las cosas «para toda la vida», y siempre he querido una navaja de esas que se afilan con tira de cuero, y que tus nietos verán como un artefacto medieval, no de las que se le cambia la hojilla en la punta.
¡PERO!
Siempre me detiene una idea: y en los controles de aeropuerto, ¿qué?
Viajo bastante, tampoco demasiado, pero suelo vivir lejos de donde está la gente que más quiero en el mundo y tengo que volver con frecuencia a verla.
Y la mayoría de veces voy sin facturar.
Así que ahí, frente al espejo, dejé de poner gestos raros, como de querer sacar aros de humo al fumar, y pensé:
¿Como cuánto sentido tiene que no pueda llevar una navaja de afeitar en un avión?
Sí, sí. Ya sé que, si se me va la pinza, puedo cargarme a una azafata a bordo o lo que sea.
Pero dale una vuelta.
Cada día vuela una media de 13.600.000 pasajeros en el mundo. Eso son trece millones de personas diarios que no pueden llevar su cosa puntiaguda consigo, su bote de pasta de dientes grande o lo que sea.
Al día siguiente, otros trece millones nuevos, igual, sin sus cosas de picar.
Haciendo la cuenta de la abuela, como se exige un tripulante de cabina por cincuenta pasajeros, cada día volarán unos 272.000 tripulantes. La diferencia es que, al día siguiente, mucho de ellos son los mismos, no se renuevan tanto como esos pasajeros.
Con otra cuenta de la abuela me sale que habrá unos 550.000 tripulantes de cabina en el mundo.
Imagínate que soy un trozo de mierda, y me equivoco, y que son el doble, da igual.
La cosa es que…
🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁
Aquí viene la chorrada-revelación
Le estás prohibiendo a trece millones de personas hacer algo, por peligro a otro algo que su inmensa mayoría nunca hará, cuando simplemente podrías entrenar a quinientos mil personas en que lo detengan si pasa.
Me explico.
Imagínate un mundo en el que puedes llevar lo que te de la gana en cabina, porque los tripulantes tienen formación tocha en defensa personal y la consigna no es:
No puedes tener eso; sino
Como hagas algo raro te parto la madre
Si tienes a un Jon Jones, Ilia Topuria o Amanda Nunes paseando por el pasillo del avión, a lo mejor te lo piensas antes de hacer el capullo con tu navaja de afeitar.
Así fue como me di cuenta de que es más fácil prohibir algo a cinco mil millones de personas, que educar a quinientos mil.
Mira, para que lo veas en ceros:
4.900.000.000
Personas que vuelan cada año
vs.
550.000
Personas que asisten vuelos cada año
Es más fácil decirle «no» a cinco mil millones, y que lo acaten, que educar a quinientos mil, y sean eficaces.
Me da que todo lo demás en la vida funciona igual, y que por eso tenemos este mundo y no otro.
Porque las pequeñas cosas son proyecciones de las grandes, o a mí me lo parece así.
Ahora, corre, que es tarde y hay mucho que hacer como para seguir hueviando aquí.
¡Besitos volados!
Las cosas que tienes que hacer ahora:
Ayer salió el primer capítulo nuevo de Antes de rendir el alma 🎉🎉
Tu misión actual e ineludible es ir y leerlo, porque si no se te va a acumular y te vas a quedar atrás pronto.
Además, que te perderías decidir que hace Nora el próximo capítulo 👁️✨
Buenísimo. Si algún día hilas esto con la historia de la religión, te hago el pino-puente.
Una chorrada, dice… pedazo de reflexión, Samu.