🍃Una vez pensé en el universo
Te iba a hablar hoy del amor, pero se me ha ocurrido esto otro que, como dijo uno, hablando de algo mucho menos interesante, «al fin y al cabo, pues es lo mismo» (6 mins)
Sé muy poco de ciencia, pero todo lo que sé, da siempre para una historia.
O para un poema, mira:
No me digas que no es una flipada que, cuando se fecunde un óvulo, haya, por la cara, una liberación de zinc que se convierta en un destello de luz.
Hay veces que la vida está escrita en verso, ahí mismo, con una carga simbólica que te deja loco.
Pues me pasa algo curioso con la ciencia y es que, cada vez que leo prácticamente lo que sea, me termina dando un disparador para una historia, pero de una manera muy evidente, cómo si viniera un señor con bata blanca y gafas de protección y me la lanzara a la cara.
Otro ejemplo, para que veas por qué deberías leer divulgación científica si te gusta o escribes fantasía.
Hace unas semanas me metí, sin que nadie me lo pidiera, en el berenjenal de leerme la tesis doctoral de
(lo tengo en pausa, Luisa, que la vida no deja de encenderme fuegos por ahí para que me divierta apagándolos 🐵).Luisa escribe precioso, aquí en Substack, y me enteré de que vivía en Japón porque se había ido a investigar unos ratoncitos que habían perdido el cromosoma Y; o sea, el cromosoma que, también para nosotros, determina si nacemos hombres o no.
Pues ellos no lo tienen, son XO machos y hembras (porque las hembras perdieron también un cromosoma X, que es justo lo que ella investiga).
La película es que, esa misma pérdida del cromosoma Y, parece que nos está pasando muuuy despacio a nosotros, los monitos humanos que somos, y puede que: o nos extingamos, por dejar de ser capaces de reproducirnos, o terminemos desarrollando algo como los ratoncitos lindos.
Si alguien llegara a la Tierra dentro de once millones de años, quizá no viera ni un humano o quizá encontrara muchas especies distintas, variaciones de lo que somos, que encontraron diferentes formas de determinar su sexo.
Y ahí tienes el principio de tu historia de fantasía.
Bueno, pues ahora que ya me crees, sólo me queda decirte que todo esto era la introducción ✨
Ya empezamos con lo del universo que te decía en el título. Porque una vez me topé con un dato curioso así y terminé escribiendo 128.799 palabras sobre él.
Pero antes, la newsletter de Luisa se llama Mosukito (como mosquito dicho por un japo, no existe nombre más cuqui en Substack), y de verdad que deberías suscribirte.
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho.
Quiéreme tú también suscribiéndote, porque como te suscribas a Luisa y no a mí, me mosqueo. Recuerda que aquí todo, siempre, infaliblemente, va de MÍ 👺👺
🍄Seta-disclaimer: Luisa es la doctora, yo soy un mamarracho, así que contrasta lo que vas a leer a partir de aquí.
Además, este proceso de documentación lo hice a principios de 2023, pueden haber cambiado las cosas, que hay veces que le meten parches de actualización a la ciencia y las cosas dejan de funcionar igual en el universo.
El universo observable
Si Elon Musk se comprara el telescopio más pepinúo que haya construido jamás la humanidad, no podría ver todo el universo.
Sabes eso de que, cuando miras una estrella, la estás viendo como era hace no sé cuántos años, ¿no? Porque, a lo mejor, la luz tarda en llegarnos cincuenta años, pues la vemos como era en ese momento, no ahora.
Pasa igual con el universo.
Se supone que es infinito, pero, desde el Big Bang, la luz «sólo» ha tenido tiempo de viajar durante 13.800 millones de años y, como el universo se expande constantemente, hay cosas (muchas, infinitas) que quedan fuera de esa frontera.
Cosas que nunca podremos ver, igual que ellos no podrían vernos a nosotros.
A esas esferas de visión se les llama Volumen de Hubble y son, en la práctica, universos en sí mismos. Es decir, lo que comúnmente llamamos «Universo» es realmente nuestro volumen de Hubble, lo que alcanzamos a ver.
Imagínatelo como un mosaico.
Lo que podemos ver del universo es la tesela en la que estamos, nuestro pedacito de mosaico, pero junto a nosotros hay, potencialmente, infinitas teselas que no podemos ver.
Sería poner universos como el nuestro uno al lado del otro, como parcelas que nunca se encontrarán.
Aquí viene lo interesante.
Cada uno de esos universos está compuesto por 10 elevado a 80 partículas en un orden determinado. Vamos a poner la cifra con ceros, que siempre mola:
100,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000
Bueno, pues cada una de esas cositas están en un orden concreto y, en cada universo, ese orden varía dando lugar a realidades diferentes,
¡PERO!
Al ser infinito, por pura estadística, azar y mala saña cósmica, en otro universo, en otra tesela del mosaico, las 10 elevado a 80 partículas están colocada en el exacto orden que las de nuestro universo.
Lo que crearía universos espejo, universos casi idénticos al nuestro y universos absolutamente diferentes. Universos donde tú también existes, exactamente como te conoces, universos donde existe algo como tú y universos donde nunca existes.
Claro que nunca serás capaz de descubrir a tus dobles, porque, si no ha llegado la luz (desde nuestra perspectiva), nunca podremos llegar nosotros.
A no ser… ⛈️⛈️
Rizando el rizo del multiverso
Eso de arriba es una de las (muchas) teorías del multiverso, personalmente, la que me parece más probable que exista.
(Como si mi opinión tuviera algún valor aquí, sabes 🥸)
Sin necesidades de hablar de undécima dimensión y movidas tochas por el estilo: simplemente jugando con lo que siempre (you know, «siempre») se ha sabido del universo: que es infinito, se expande y el tema de ser capaces de ver lo que la luz ha tenido tiempo de iluminarnos.
Cuando leí la teoría de los Volúmenes de Hubbes, apareció por ahí el científico en bata blanca que te decía antes y me restregó una historia de fantasía por la cara. La historia que responde a la pregunta:
¿Qué pasaría si, de algún modo no lineal, esos universos se conectaran?
No lineal porque, si no ha llegado la luz, no vas a llegar tú corriendo.
La cosa es que me puse a leer más sobre teorías multiversales y, lo bueno, es que muchas no son excluyentes. Es decir, podríamos tener muchos universos alrededor de muchas formas diferentes (ahora sí hablando de undécima dimensión, cuántica y tal) todo a la vez.
No te voy a contar todas, porque no tiene sentido que lo haga, pero hay una que encaja muy guay con esta de los volúmenes: el multiverso de Branas.
Imagínate membranas, muy finas e infinitamente largas, una encima de otra y separadas por una distancia pequeñííííísima, por millonésimas de milímetro, y esas membranas se mueven como con oleaje.
Imagínate ahora que cada membrana es un universo y que no se sabe demasiado bien qué pasaría si en uno de esos movimientos en ola, dos membranas colisionaran. Hay quien dice que el Big Bang es fruto de una de esas colisiones,
¡PERO!
¿Y si esas colisiones pusieran en contacto diferentes partes oscuras de nuestro universo mosaico, entre sí, y también las de otra membranas universales?
¿Y si se mezclaran así, aleatoriamente, las realidades? ¿Habría un organismo interuniversal encargado en reprimir esas interferencias?
A partir de esas pregunta, escribí las 128.799 palabras que te decía, que terminaron llamándose Caminos de vuelta y que, D.V., saldrá publicada en abril, en un mesito ✨
Ya, todavía tienes que esperar un poco más para leerla, pero si no puedes aguantarte, puedes:
Invitar a una persona a sumarse a Miradero y recibir el prólogo de la novela.
Leer Antes de rendir el alma, una historia paralela a la que se cuenta en la novela, que te serviría de introducción al mundo.
O esperar a la próxima semana que, si Diosito me da una tregua, tengo pensado lanzar los primeros capítulos en audiolibro (de Antes de rendir el alma, no de la novela; esa habrá que comprarla con vil dinero humano 👹💸).
Corre, haz cosas,
¡Besitos volados!
Samuel🌟
Muchas gracias por mencionar a Mosukito. Me llenaste el corazón de alegría.
También por mencionarlo dentro de un tema tan increíble como el universo. No sabía nada de esas teorías. Quedé o.o
Me quedo esperando tu relato de abril. Estoy segura que estará increíble.
Muchas gracias y saludos
ありがとうございます🪰🧎♀️
Ufff.. leí esto y me recordo a la novela que leí recientemente, La Biblioteca de medianoche.. esa es otro vuelo!