🍃Cómo recibir un halago
Ahora que he empezado a tener cierta exposición, gente que no conozco me dice cosas bonitas, pero… ¿Cómo que tengo tremendo culazo y una figura angelical? ¿Yoo? Hoy: cómo aceptar tu culazo (DIEZ mins)
Por si me lees desde tu bandeja de entrada, con la chimenea encendida y sin enterarte de lo que pasa detrás de estos correos, Substack es una comunidad endogámica-babilónica de escritores donde, periódicamente, organizamos sacrificios orgiásticos a Nisaba.
Al contrario que en otras redes o plataformas, aquí, generalmente, no se dice lo malo; los que opinan que eres un gilipollas o que escribes mal se lo callan o simplemente se van de tu news, así que el feedback que te llega es siempre positivo.
Que puede venir en forma de «Coño, qué bien escrito esto» o como las exaltaciones de mi hermano
:La cosa es que no me cuesta aceptarle un halago a mi hermano (porque sé que está enajenado por el amor), pero cuando se trata de un lector desconocido, la cosa cambia, porque la conversación siguió así:
Y me di cuenta de que
tenía razón, de que en general me incomoda recibir y aceptar un halago (y probablemente a ti también).Así que me decidí a investigar POQUÉ a veces somos niños chiquitos que se ruborizan cuando le dicen lo bien que hacen algo.
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote y diciéndome lo genial y fantástico que soy:
¿Qué es un halago?
La RAE dice… (Vale, ya paro con el tema).
Un halago es igual a que te canten cumpleaños feliz en público, es esa misma sensación de: oh, fuck, qué se espera de mí ahora.
INCONSCIENTE: Tú sonríe y pon cara de mongolo, eso funcionará.
Y es que, en verdad, un halago es como si te dieran un regalo, de improviso, y genera esa misma incertidumbre sobre las expectativas de la otra persona hacia tu reacción, incomodidad en una circunstancia donde tú eres el centro y la observación general va a formarse una opinión de tu respuesta y actitud.
Y es que aquí pasa lo mismo que aquella alumna mía que no sabía mandar un email y me dijo:
—Es que nadie me ha enseñado…
Nadie nos ha enseñado cómo coño se acepta un halago. Así que, con el permiso de los psicólogos miranderos, que son unos cuantos, voy a hablar (sólo un poquito) de tu cerebro grande y cómo se hace caca cuando le dan un beso.
La culpa de todo la tiene WALT DISNEY ⛈️
Más o menos.
O sea, por poner un nombre, pero es verdad que la sociedad premia la modestia, la humildad y tal, y eso se ve reflejado en la ficción, infantil o adulta.
¡PERO!
Los cuentos son siempre más que cuentos: desde el mito de Perseo hasta Caperucita, las historias modelan nuestra conducta.
Una de las características más castigadas en la ficción es la arrogancia. Mira:
Níobe era una señora griega de bien, con su túnica blanca, sus olivos y sus cosas helénicas. La cosa es que Niobe tenía catorce hijos y se atrevió a vanagloriarse diciendo que era tan genial que tenía más hijos que Leto, la madre de Apolo y Artemisa.
Bueno, pues Leto envió a sus Apolo y Artemisa a que mataran a sus catorce hijos y, una vez muertos, convirtió a Níobe en una roca de la que brotaba un manantial, símbolo de su llano eterno 🙂
En Disney y cualquier ficción infantil, lo mismo: el villano es arrogante, y termina siendo castigado, y el héroe es humilde y acaba con el premio.
Aunque no lo creas, este tipo de historias te atornilla modelos de conductas que repetirás toda tu vida, y terminamos por asociar consecuencias negativas a resaltar tus virtudes.
Así que, aunque sea otro el que las resalta, anticipamos las consecuencias nefastas de que esas virtudes sean públicas, genera ansiedad y lo más lógico es rechazar el halago para evitar que Apolo mate a nuestros hijos.
Nos forzamos a ser modestos, alinearnos con el héroe en vez de con el villano, lo que nos lleva a huir de la recompensa del halago y a la falsa modestia.
Es paradójico, porque en verdad nos gusta que nos halaguen, pero estamos programados para rechazarlos.
Estoy chikito y otros mecanismos de rechazo 👶
Aparte de ese modelo de conducta, creo que hay otros motivos por los que tendemos a rechazar un halago. Y todos te mantienen bieeen apartado de conseguir éxito en lo que sea.
No te sientes digno de reconocimiento
Tienes una confianza en ti mismo muy bajita y crees que alguien como tú no puede merecer cosas positivas, porque eres una basura infecta destinada al fracaso ✨
Realmente creo que este es un mecanismo de defensa, precisamente, contra el fracaso.
Si no soy nada → nadie esperará nada de mí → no puedo defraudar a nadie → estoy a salvo del fracaso en la inacción.
Cuando recibes un halago, lo rechazas porque crees que los vas a conducir a la decepción.
🌈 Solución🌈
Si eres capaz de ver las cosas bellas en el exterior, atrévete a ver la belleza dentro de ti. El mayor de los fracasos está en dejar de hacer, la agonía de no ser nada es mucho peor que la de la decepción.
En realidad soy un farsante
¿Sabías que al niño que le dicen que es listo, inconscientemente, decide enfrentarse cada vez a tareas más sencillas?
Decide arriesgar menos para mantener latente la valoración previa: enfrentarse a una tarea más difícil lo podría hacer perder su condición de «niño listo».
(por lo visto lo suyo es que valores el esfuerzo que lo llevó al éxito, no su inteligencia natural)
Es como si un día le pegas una patada al balón desde medio campo y metes gol, sin querer, y todo el mundo te dice que eres un puto máquina. Lo más probable es que no vuelvas a tratar de tirar desde medio campo para no arruinar la (agradable) fantasía y desvelarte como un farsante.
Cuando recibes un halago, te marca una cota exigente en la que te tienes que mantener o demostrarle a todos que eres un impostor. Así que lo rechazas y te libras del sufrimiento y la responsabilidad.
🌈 Solución🌈
Eres un proceso en movimiento, todavía no estás completo, este no es tu estado final. Que la cagues no te define, porque sigues vivo y tu circunstancia cambiará. No eres un ser terminado, estás en desarrollo y subir o bajar es parte del camino.
Miedo a alimentar el ego
Puede ser que, realmente, tengas buena autoestima y confíes en tus habilidades, pero te da miedo que, aceptarlas, reconocer en ti esas virtudes, te conviertan en un ególatra podrido. Así que en una circunstancia tipo:
—Coño, qué buen texto, me gusta mucho cómo escribes.
—Gracias, pero en verdad me inspiré en otra obra y hay partes confusas que no funcionan demasiado bien.
Imagínate que dices eso de otra persona; o sea, imagínate que estáis en una conversación de tres, alguien le dice a un amigo que escribe bien y tú dices:
—Si, pero en verdad se inspiró en otra obra. Y hay partes confusas que no funcionan demasiado bien.
Tu amigo te miraría tipo: «hermano, ¿qué haces?».
Pues igual que no harías eso con alguien, no lo hagas contigo mismo, no te quites valor.
Igual que, por que halaguen a un amigo, no te vas a poner automáticamente de rodillas y le vas a comer la pinga, no te recrees en el halago ególatramente, pero tampoco lo niegues, porque no es justo.
🌈 Solución🌈
Trátate a ti mismo con el mismo cariño que tratarías a otra persona. Acostúmbrate a halagarte, reconoce saludablemente tus propios méritos y esfuerzo como hábito. Y celébralos.
Desconfianza: qué quiere de mí este, por qué me halaga
Doy la cara al enemigo,
la espalda al buen comentario
porque el que acepta un halago
empieza a ser dominado.
El hombre le hace caricias al caballo
para montarlo.
Este es un fragmento de una de las canciones-poemas-reflexiones-genialidad de Facundo Cabral, y creo que explica todo por sí sola.
🌈 Solución🌈
Afloja un punto. No estás en Juego de Tronos ni eres el rey de Barataria. Cuando seas Cesar, preocúpate de los problemas de un cesar, no tiene sentido que un campesino se ande protegiendo de una conspiración para derrocarlo de su huerto de papas.
Aversión a la intimidad
Creo que un halago, a su modo, lo recibimos como si nos estuvieran diciendo «te quiero», esa misma demostración pública de afecto. Y puede ser que no sepas cómo actuar, que te da ansiedad social al no saber leer los presupuestos de la circunstancia y termines por implosionar.
La verdad es que aceptamos más fácilmente una crítica que una caricia. Necesitamos justificar la caricia, pero no la crítica. Curioso.
🌈 Solución🌈
Aprende a gestionar el cariño y el amor. Quizá tengamos un traumita infantil con eso en el que no nos podemos meter ahora, porque esto ya es demasiado largo. Métele mano a eso.
Entonces, ¿cómo cojones recibo un halago? Si estoy hecho mierda por dentro
En caso de duda, simplemente di gracias y cállate la boca.
Cuando ya seas un maestro en eso:
1️⃣ Escucha el halago
Presta atención a qué te están diciendo en verdad y entiende qué están valorando de ti.
No es lo mismo que te digan: «qué bien escribes» a «qué bolígrafo tan bonito» a «qué buen texto en sólo cinco minutos»…
Persona, posesión, circunstancia… ¿Sobre qué va el halago? Esto es importante porque el halago que más ganas te van a dar de rechazar es el que va hacia tu persona, directamente, ineludible.
Así que, una vez identificado:
2️⃣ Acepta el halago
Simplemente acéptalo, resiste todos esos impulsos que te empujan a:
Rechazarlo
—No, no es verdad. Es que me ves con buenos ojos.
Aunque creas que estás ganando modestia, lo que realmente estás haciendo es invalidar la opinión de alguien. Básicamente le estás transmitiendo que está equivocado, convirtiendo una interacción agradable en una ofensa torpe.
Refutarlo para rebajarte
—¡Qué va! El texto es más bien normalito, mira aquí…
No corrijas a los demás. Ya, no quieres parecer soberbio, buscas quitarte mérito, pero terminas pareciéndolo más al decirle:
—Lo que pasa es que tú no sabes de esto y por eso lo ves lindo, porque en verdad eres imbécil.
Anularlo
—Hay escritores mucho mejores que yo.
No te preguntaron, no te pidieron que te ranquees en una lista de «mejores escritores del mundo» y te dieras una calificación de una a cinco estrellitas.
Esa persona ya sabe que hay gente mejor y peor que tú, sólo está valorando que eres bueno, no te están diciendo que eres el mejor de todos los tiempos, flipado.
Devolver el halago
—¡Tú también eres un escritor genial!
No respondas a un halago con otro halago, aunque sea verdad. Encuentra otro momento para decírselo a su vez. Devolver un halago lo falsea, lo entregas como una moneda de cambio y te hace parecer deshonesto.
3️⃣ Agradece el halago
Una vez aceptado y habiendo esquivado todos esos impulsos autodestructivos que buscan quitarle valor a tu esfuerzo y trabajo, sólo agradece honestamente que te han dicho algo guay.
Aprecia que reconocieran ese detalle positivo en ti, otra mucha gente no lo ha visto o no te lo ha querido valorar, y ambas acciones son dignas de reconocimiento, así que hazlo.
Aprecia el hecho de que hayan notado una cualidad positiva en ti, no sólo tu cualidad positiva.
4️⃣ Avanza
No te quedes en el halago,
Tanto comunicativamente: evitar perderte en seguir hablando de lo genial que eres tú y lo increíble que es la otra persona por notarlo. Pasa a otro tema.
Como interiormente: comparte el reconocimiento, no te lo quedes todo para ti.
Por ejemplo, me consta que los religiosos reconocen su don a Dios y se lo entregan, devuelven el bien a la fuente que les permitió ser dignos de halago.
Si eres uno de los miranderos primigenios, quizá ya sepas que yo tengo una versión muy particular de lo que es Dios; así que, en mi caso, con cada halago he empezado a devolverlo a todos los seres que, de algún modo, colaboraron para que yo fuera así.
Imaginar que te están dando un premio y lo estás dedicando, a Dios, a tu madre o al Universo. Da igual, las tres cosas son lo mismo, sólo interioriza el halago y deja continuar el círculo sin apegarte a eso.
Ahora,
La gran pregunta
¿Es hipócrita comportante ante un halago manteniendo una actitud reflexionada con anterioridad?
Bueno, lo improvisado no ha funcionado hasta ahora, cambiarlo parece lógico para tener resultados más saludables para ti y para el resto.
Creo que reflexionar sobre cómo te quieres comportar ante un halago es tan hipócrita como reflexionar sobre cómo quieres sentirte en pareja, cómo te gustaría ser querido y querer, cómo ser mejor amigo, mejor padre, mejor escritor o mejor humano.
No creo que la reflexión reste valor a nuestro comportamiento, creo que, al contrario, lo suma, poque demuestra que nos importa ese objeto de reflexión, en este caso, que nos importa que una persona atraviese su muro y tu muro para decirte: hey, esto de ti mola.
Y eso nunca puede ser hipócrita.
Larguísimo esto de hoy, ¿eh? Su puta madre.
Corre, corre, que es tarde.
¡Besitos volados!
Te dejo aquí el enlace al texto que cité arriba:
⮤ «Si eres uno de los miranderos primigenios, quizá ya sepas que yo tengo una versión muy particular de lo que es Dios»
¡Buen análisis! Completo, al punto, y conciso. A partir de ahora te vas a cagar, Samu. Te voy a lanzar más halagos, para que practiques más. 😉
Yo personalmente añadiría un punto más entre el 3️⃣ y el 4️⃣: abre el corazón y déjate sentir el halago en el pecho (si es sincero, pues no siempre lo son...). Es de lo más sanador. 😌
Que gusto siempre me da leerte. Entretenido e ilustrador. Debo confesar que se me da muy mal recibir halagos, y nunca había reflexionado sobre como recibirlos profundamente. Gracias