Te dije que, si tenías tiempo y te apetecía hacerme feliz, te leyeras Un día sobresale de Pablo Neruda, el primer poema de Residencia en la tierra II, y anotaras tus impresiones.
Si no lo has leído, es bastante importante que lo leas antes de seguir. Sólo ve directo al poema y vuelve, no hace falta que leas todo el correo de ayer.
Y si eres un alumno de filología que ha llegado por Google, mejor léete alguna edición crítica de Cátedra, o tu profesor va a pensar que te has fumado un tremendo porro antes del examen.
La cuestión es que ayer te adelanté una clave de lectura, una desde donde vamos a leer hoy el poema:
Cuando un poema no te diga nada, deja de intentar escucharlo y trata de verlo. Mira las imágenes que te da, muchas veces la poesía está en eso, en lo que se es capaz de pintar más que en lo que se es capaz de decir.
Así que vamo’a darle.
Si alguien te ha reenviado esto, tu alguien me quiere mucho. Quiéreme tú también suscribiéndote:
Oro parece, plátano es… o manzana o amatista o carbón fino, quizá
Creo que una buena práctica ante este tipo de poemas es evitar caer en jugar a las adivinanzas, porque tratar de buscarle un referente en el mundo para esos «números moribundos y cifras con estiercol», por ejemplo, quizá no sea lo más prioritario del poema.
Este poema es una galería de arte, invita a que experimentes cosas, no a que las categorices y las pongas en fila de a uno. Este es un viaje sensorial, mira:
«Violines llenos de agua, detonaciones frescas, / motores sumergidos y polvorienta sombra»
Me cago en los diablos, ¿cómo coño suena una detonación fresca?
Eso es lo que quiere el poeta, que imagines, que esos sonidos: un violín anegado, un motor funcionando a trompicones debajo del agua, nazcan, aunque sea en tu imaginación, que produzcan ese sonido imposible y tú lo escuches Y NADIE MÁS.
El poeta te ha regalado un sonido que no existe y tú lo has escuchado.
En ese imaginar está el poema.
¿Qué textura tiene una sombra polvorienta? Haz un esfuerzo y ahí está. El don de lo imposible. Explorar esas sensaciones tiene un valor que se sale de lo literario y entra en lo experiencial.
«El día, el mes, el tiempo, / sonando como sacos de campanas mojadas»
¿A quién le importa si se refiere a una alarma o a la madre que le parió gritando por las escaleras? La belleza aquí no está en ver la mano detrás de las sombras chinas, está en las sombras chinas, está en la forma.
La forma y el fondo
En el poema de El Infinito vimos que hay un fondo que hace que se te caigan los huevos al suelo. Hay un secreto en aquel poema y, cuando lo ves, dices: ay, mamá…
La belleza de aquel poema está en el fondo, la belleza de este está en la forma; el fondo es una ciudad que despierta. Chim-pún, no hay más (sí, si podría haber más, y no me interesa entrar ahí ahora).
¡PERO!
El secreto es que la forma ES fondo, porque en el modo de contar algo hay una intención, es significativo, tan significativo como ese mensaje oculto, atesorado bajo cuatro candados enrevesados de poesía.
La forma es quizá más literatura que el fondo.
Estoy bastante seguro de esto.
Hay algunas claves que sí son útiles para no perdernos
El poeta lo sabe y la voz lírica avanza por el texto señalando, guía nuestra mirada:
De lo sonoro, de lo sonoro, en lo sonoro, en el sonido, entorno a mí, a lo sonoro, a lo sonoro, desde el silencio, de lo sonoro.
Hay incluso un «Ved cómo se levantan los párpados del moho» que nos convierte en sujetos textuales. Digo, para que veas que lo de señalar va en serio.
Se usa casi como marcadores textuales y es, quizá no necesario, pero sí útil crear una relación de «sonido = día» («la luz que suena», «de lo sonoro sale el día») para avanzar con alguna coherencia por el texto y no con margaritas en los pezones y una hoja de parra en las verijas.
Que también podríamos.
De lo sonoro viene el movimiento, muy vinculado con el agua en todas sus formas, y tiene sentido que así sea, el sonido es un flujo también, una corriente constante:
«Las vocales se inundan, el llanto cae en pétalos / un viento de sonido como una ola retumba»
Algo que se desborda para inundar el vacío del silencio, ese parecido con las mareas va a estar presente en todas las estrofas menos en dos, precisamente en las estrofas donde se cambia la perspectiva por: «a lo sonoro».
«A lo sonoro el alma rueda / cayendo desde sueños, / rodeada aún por sus palomas negras, / todavía forrada por sus trapos de ausencia»
Cómo cuentas sentimientos, cómo cuentas la condena de abandonar el descanso para enfrentarte a la batalla del mundo, otra vez. Así, con un potaje de sensaciones (previo, agresivo, que asalta o saquea) y lleva a este caer del alma.
Hay un verso, en esa transición silencio a sonido/luz a oscuridad, que me parece genial por lo plástico:
«Sus maravillosas estrellas se dilatan».
Imagina una noche estrellada. Un manto nocturno, oscuro, y que de pronto las estrellas crecen de tamaño, crecen tanto que consumen la noche hasta crear el día. Esta forma de pensar el mundo está más cerca de la literatura fantástica que de la literatura mimética, pero eso da para otro correo.
La particularidad del sonido es que todo lo que contiene está vivo, está personificado: máquinas dormidas, trenes de jazmín desalentado, agobiados buques… Todo elemento que participa en el sonido tiene voluntad, colabora a esa relación de: sonido/día = vida, silencio/noche = muerte. Y lo vivo necesita adjetivos del reino de lo animado.
«La noche ha abierto sus puertas de piano»
Aunque, para mí, lo principal del poema está en ese saturar de elementos alienígenas que te asalta, hay una narración. Hay un yo («en torno a mí»), que podemos vincular al alma, al que llega el sonido para forzarlo a que se sume a él.
Luego estamos nosotros en ese «Ved cómo…», pero aquí no somos más que eso, espectadores como el de la Naranja Mecánica con los párpados pinzados, forzados a ver este desfile de olas sonoras, noches y guirnaldas.
El poema es largo, este es un buen momento para parar, porque si no ya nos tocaría analizar estrofa a estrofa.
Bueno, venga. Vamos a analizar una, la última del poema.
De lo sonoro sale el día
de aumento y grado,
y también violetas cortadas y cortinas,
de extensiones, de sombra recién huyendo
y gotas que del corazón del cielo
caen como sangre celeste.
Las cursivas son del poeta, no es que me he puesto creativo yo al copiar, y eso siempre es relevante. Creo que esta estrofa está en cursivas porque es en verdad un manual de instrucciones y un resumen.
Es la mirada en conjunto.
En esta estrofa se contienen todos los elementos claves para entender el fondo del poema y los que serán los protagonistas de la forma: sonoro, día, aumento, violetas cortadas (hay un elemento floral en todo el poema, salpicado por ahí, si te fijas), sombra recién huyendo, gotas, corazón del cielo y sangre celeste.
Todo de lo que hemos hablado está ahí, desde el sonido hasta la personificación.
Casi me imagino esta estrofa como la que pudo haber sido primera estrofa escrita por el poeta, el disparador que dio lugar a todo el poema, pero que terminó escondiendo al final, por aquello de: si quieres hacer un poema de la muerte, lo primero que tienes que hacer es no nombrarla.
Y menos en la primera estrofa.
Ese marear del principio, ese no saber dónde estás, conecta con el sentimiento de despertar, esa confusión es parte necesaria también del poema, si nos hubiera puesto esta estrofa al principio, ese caos de renacer al mundo se allanaría.
Lo que decíamos: la forma es fondo.
El lector necesita un par de estrofas para saber de qué va el rollo, igual que el somnoliento necesita un tiempo para darse cuenta de que se ha acabado la noche. Todas las descripciones rocambolescas tienen que ver con esto, también. Ese no entender el mundo al que llega uno, un mundo que, de pronto, sigue otras reglas al que pertenecíamos, al de la noche.
Veredicto de Samu que nadie ha pedido:
🎈 maravilloso🎈
Si tuviera un taller literario —algo que nunca va a pasar, pero eso ya lo hablaremos otro día—, este poema sería lectura obligada, y es que
¡CREO!
(porque no te olvides de que yo soy un mindundi literario)
Que leer este tipo de poesía es lo que te hace escribir mejor narrativa. No. Leer este tipo de poesía es lo que termina por convertir tu narrativa en literatura.
Porque llega un punto en el que muchos escritores ya no necesitan contar mejores historias, sino contarlas con mejores herramientas, la poesía da algunas, y este poema en concreto es un expositor de destornilladores, serruchos y caladoras literarias.
Imaginar las cosas, más que contarlas.
Ahora, si hiciste los deberes ayer, cuéntame tu película, qué viste que yo no o qué vimos juntos. Que no te de vergüenza o un reparo raro comentar o escribirme, recuerda que, mientras tu lectura sea señalable en el texto, es tan válida como cualquiera.
Incluso tan válida como la del propio Neruda, aunque fuera opuesta.
En cualquier caso, ahora es un buen momento para pegarle una relectura al poema.
¡Besitos volados!
Te dejo aquí el enlace al texto que cité arriba:
⮤ «En el poema de El Infinito vimos que hay un fondo que hace que se te caigan los huevos al suelo. Hay un secreto en aquel poema y, cuando lo ves, dices: ay, mamá…»
Hola Samu! Pues creo que no estaba tan alejada de entender el poema... Ayer, cuando lo leí varias veces, aparte de sentir una gran incomodidad que me costó sostener (por no estar entendiendo NADA), acabó formándose en el fondo de mi inconsciente una especie de imagen-sensación: un hastío hacia el mundo. Una especie de resignación hacia la vida en la que el autor se ve forzado a participar, o más bien, presenciar.
Y si tú dices que el poema trata del desagradable desconcierto que el alma experimenta, por unos momentos, cada mañana al volver a meterse en el cuerpo y percibir el mundo... te creo.
También creí captar alguna referencia a la guerra, a la cotidianeidad de una sociedad en tiempos de guerra. ¿Puede ser...?
Gracias por compartir tu análisis e interpretación, cada una de estas cartas es una clase en sí misma. 😊🙏
¡Ostras! ¡¡Pues creo que no tengo neuronas aún para ver más allá, de lo que vi ayer!! Estoy flojucha, pero me ha encantado la explicación de la última estrofa, y esas palabras clave. Creo que lo maravilloso del poema, es lo que cuentas al principio sobre la intención del autor, quiere que cada persona que lo lea lo sienta a su manera, que será única, y cuando se evocan todos los sentidos en un solo texto, más aún de la manera en que lo hace, lo que la persona puede llegar a sentir es indescriptible, e incluso diferente cada vez que se lee.
Yo me quedo con el sentir, ya usted sabe joven. 😊🖤