🍃Lo de Palestina
Más que un correo, hoy va a ser una charla de café de seis minutitos sobre cómo va lo de irme a Palestina.
Puede que sepas que en septiembre me voy a Palestina.
O puede que no.
Porque me he dado cuenta de que es algo sustancialmente importante y de lo que, en verdad, no hablo casi nada por aquí.
De vez en cuando suelto algún comentario y ahí queda la cosa.
Recapitulemos, para los que no han coincidido con esos «de vez en cuandos» en los que he dicho algo al respecto:
Estaba en Australia dando clases, muy contento, pero decidí que tenía que irme cuando me di cuenta de que, a la larga, iba a ser una desgracia la distancia (hay mucha gente que quiero en España a la que, con suerte, vería una vez al año).
Justamente entonces, vi una convocatoria del Ministerio de Exteriores para dar clases de español en universidades no hispanohablantes. Vi en la lista «Palestina» y, después de que se me quitara la cara de mi médico (ese que me diría cuando se enterase de mi plan: «Tú sabes que Palestina está en conflicto, ¿verdad?»), me postulé, pasé un par de filtros, me entrevistaron y me dieron la plaza.
Desde entonces,
—Oye, ¿cómo vas con lo de Palestina?
Es una pregunta obligada cuando me encuentro con algún amigo por ahí y, como mucha gente de esta lista no tiene la posibilidad de encontrarme por ahí, pero quizá tenga la misma curiosidad que mis amigos…
Supercomunicado informativo sobre esto de irme a Palestina
Creo que lo último que comenté por aquí en profundidad sobre este proyecto fue cuando empecé con las clases de árabe.
Bueno,
Ayer dejé las clases de árabe
El profesor, palestino, me ha ayudado a entender ciertas diferencias dialectales con el árabe clásico y a introducirme lingüísticamente. Es muy muy buen tipo, pero no es un buen profesor.
Imagínate que eres carnicero, vas a comprar carne al mercado y ves que el tipo coge un cuchillo de mantequilla y te corta un filete todo desgreñado, hecho una penita, pena.
Ya he dicho por aquí que yo no me considero un máquina de la docencia (y, de hecho, cada vez quiero ser menos máquina de la docencia para centrarme en la escritura), pero, cabrón… Sí sé qué cuchillos hay que elegir y cómo se corta y empaqueta la carne.
—Pues, Samu, si tan fácil es, hazlo tú, espabilao.
Eso es.
La idea es comprarme un libro de gramática de árabe levantino, un libro de conversación y tirar por mi cuenta hasta que llegue a Palestina y busque otro profesor allí.
Lo que nos lleva al siguiente punto del resumen:
¿Cuándo marchas, querido Samu?
La incorporación de los profesores es el 14 de septiembre, había pensado ir una semana antes para ver la zona, aclimatarme y tal,
¡PERO!
Como voy a tener un año para aclimatarme, decidí que viajaría sólo un par de días antes: el 11 de septiembre.
—El once de septiembre, vaya día para volar, coño —me dijo alguien estos días.
Ni lo había pensado, pero, venga ya… Ya tenemos suficientes gatos negros por ahí y sal derramada como para seguir sumando tonterías a la lista.
Así que el once llegaré a Tel Aviv, tomaré un tren a Jerusalén y de ahí a Ramala hay unos veinte kilómetros, que haré en coche, probablemente, si el Consulado me quiere echar una manita con eso.
Si no, paciencia y guagua.
Ramallah, por cierto, aparte de significar Monte de Dios, es la capital de Palestina y donde voy a vivir este tiempo (muy alejado de Gaza, tranquiiiilo ❤️).
Un techo en el Monte de Dios
La tarea que me toca para estos días es buscar un piso en Ramala.
No sé qué imagen tendrás del urbanismo de Palestina, imagino que una regunlinchi, pero la verdad es que Ramala es una ciudad normal.
No tienen trincheras en las calles ni agujeros de obuses con vacas muertas dentro.
De hecho, es una ciudad bastante cara (por si te estabas imaginando que con doscientos pavos tenías un chalet en la plaza mayor).
Un piso de tres habitaciones sale unos mil o mil doscientos dólares al mes, un piso de una habitación unos seiscientos.
Así que si conoces a alguien que alquile piso en Palestina, escríbeme, y me ahorras seguir procrastinando con eso :)
Las cosas de Palacio
En principio, todo el tema burocrático de papeles y tal ya está (por fin) listo.
Pero…
Sí es verdad que hay una historia interesante con todo eso.
Aunque mejor me la guardo para otro día, que es de la que viene con reflexiones al final y estas cosas, y no quería hacer este informativo muy largo.
¡Besitos volados!
P. D.: Por cierto, si algún día te quedas sin correo antes que sin café, ahora, en la página principal de Miradero, tienes arriba ordenados en pestañas algunos correos por categorías:
Cuentos desde el Miradero
Esto de escribir
Pensamiento de fogueo
Para buscar correos que no caigan en estas categorías (como este mismo, por ejemplo), te va tocar bucear en el archivo.
¡Samu, hombre, estaré pendiente todos los días!
¡Un abrazo, querido amigo! 🌊