🍃Para que no existan los pobres
Hoy me apetece hablarte cinco minutitos de religión, más o menos, o de política, o de leyes históricas. No sé, supongo que muchas veces termina por ser lo mismo.
Soy alguien poco sospechoso de ser cristiano, musulmán, judío o de cualquier otra religión conocida, pero, así, en secreto, te diré que me encantan todas ellas.
Soy un ateo (si eso significa algo) enamorado de las religiones y sus dioses. Tanto, que a veces caigo en cosas que parece que algunos religiosos han olvidado.
Y cuando digo cosas, digo:
Historias de sus propios libros sagrados
Todos sabemos la historia de los israelitas que escapan de Egipto y se asientan en la tierra que Dios les juró o prometió con una mano en el manuscrito inédito de la Biblia y otra en alto; un imperativo legal, por otro lado, que sigue dando la paliza hoy.
Sabemos, también, que recorren el desierto y se asientan en aquella zona sagrada.
Bien, allí, como empáticos trabajadores forzados por la patronal egipcia que eran, deciden que nunca más habrá pobres y, ya puestos, ricos tampoco, que todos iban a ser iguales; pues, si Dios era su padre, habían de tratarse ellos mismos como hermanos.
Hasta aquí tenemos guion aprobado por Disney.
Pero ahora viene lo que me interesa, ¿cómo era eso de quererse mucho allá por el Canaán? En Canarias le decimos «mi niño» al primero que se nos cruza delante y los dos nos quedamos tan contentos, ¿pero cuál era el «mi niño» de los israelitas primigenios?
Pues lo curioso es, y aquí viene la parte de la historia que tal vez no sabías, que tenían una legislación para eso:
primero, repartieron las tierras equitativamente y se legisló contra el egoísmo;
después, decidieron que cada siete años se declararía año sabático, con lo que se condonarían las deudas y, agárrate, se liberarían a los esclavos;
luego, por si algo se les había pasado por alto y, aun con todo, algún listo conseguía aprovecharse de su prójimo a la egipcia: se declaró que cada cincuenta años sería año jubilar y se volvería a redistribuir todas las tierras.
Si antes Disney aprobaba el guion, ahora Lennin le canta una kalinka.
Aunque este proyecto protocomunista se quedaría en eso, un proyecto: la mayoría de escrituristas creen que la ley del jubileo no se cumplió ni una sola vez.
Es más, el rey israelita Asá terminaría obligando a sus súbditos a trabajos forzados en construcciones reales.
Me ahorro subrayarte el paralelismo, aunque ojalá esas construcciones se parecieran sólo un poquito a las pirámides, para terminar de cerrar el círculo.
El caso es que siete siglos después de la liberación de Egipto el pueblo judío se ve obligado a liberarse a sí mismo, de sí mismo, y se va, con una mano delante y otra en el bonete, hacia Babilonia.
Todos pervertidos, es lo que hay
Si hablamos de pueblos de la humanidad, creo que nadie podrá discutir que el judío, mínimo, está dentro del top tres de los más interesantes.
De algún modo son muy como el main character de la humanidad y, quizá por eso mismo, para darle interés a la trama, el personaje principal tiene que pasar por arcos dramáticos oscuros como ser un esclavo que se convierte en esclavista o ser expulsado de más de cien reinos o...
Hay alguno que ya estará apretado en la silla pensando que voy a saltar al plano político actual, pero no lo voy a hacer.
Además, el gobierno de Israel no representa a todo el pueblo judío.
Ahora que en septiembre me voy a Palestina, mucha gente pensará que estoy fuertemente alineado con el activismo palestino, pero me apetece permitirme mantener cierta distancia con ese tema.
Al fin y al cabo, soy profesor, no libertador de pueblos, ni aspiro al Nobel de la paz.
Ya hay mucha gente gritando desde Occidente sobre ese tema, creo que es interesante llegar calladito a Israel y, luego, llegar calladito a Palestina, para ver qué pasa.
Intentar no llegar tan viciado de casa, que ya tendré tiempo allí de eso.
Ahora mismo estoy en un proceso de leer sobre el conflicto histórico y tratar de entender lo más limpiamente posible el sufrimiento de los dos pueblos.
Cuesta, porque parece evidente que, si fuera un combate de la UFC, Israel hace tiempo que está finalizando a Palestina por sumisión y, Palestina, por sus huevos levantinos, no palmea.
Pero en fin.
Si tienes algún material que creas que puede ser interesante sobre este tema, escríbeme (samuel@sdominguez.com), seguro que me sirve.
¡Besitos volados!
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