Voy a compartirte en ocho minutitos por qué mi destino sólo podrá ser la más profunda infelicidad, oscura e infecta, apartado de toda persona que me haya querido, sólo, triste y… Va, quizá no tanto.
“Por cierto, cada tanto hago un reto propio de pasar una semana sin entretenimiento digital. Si te animas, respóndeme a este correo diciéndome «Me apunto» (o lo que te apetezca decirme) y lo empezamos juntos el jueves (ahí sí te harán falta novelas, libros, dibujar, tocar música y lo que se te ocurra que no esté en ceros y unos).”
Al buscar otra cosa, me doy cuenta de que me perdí esta publicación. ¿Alguna vez ocurrió esta ruptura?
Lo veo como una imposibilidad ahora porque la mayoría de mis entretenimientos en línea son leer boletines en Substack y escuchar podcasts en Spotify. Aunque es un alivio leer los libros de bolsillo, debido a que están en español, todavía estoy conectado a la electrónica ya que el diccionario en línea está allí.
También tengo que admitir que los abrazos virtuales son tan adictivos como los presenciales. Aunque estoy trabajando para aumentar los en persona y estoy feliz de informar buenas noticias en ese departamento. He vuelto a contar los abrazos diarios de los vecinos que no tienen ninguna obligación de impartirlos.
“Por cierto, cada tanto hago un reto propio de pasar una semana sin entretenimiento digital. Si te animas, respóndeme a este correo diciéndome «Me apunto» (o lo que te apetezca decirme) y lo empezamos juntos el jueves (ahí sí te harán falta novelas, libros, dibujar, tocar música y lo que se te ocurra que no esté en ceros y unos).”
Al buscar otra cosa, me doy cuenta de que me perdí esta publicación. ¿Alguna vez ocurrió esta ruptura?
Lo veo como una imposibilidad ahora porque la mayoría de mis entretenimientos en línea son leer boletines en Substack y escuchar podcasts en Spotify. Aunque es un alivio leer los libros de bolsillo, debido a que están en español, todavía estoy conectado a la electrónica ya que el diccionario en línea está allí.
También tengo que admitir que los abrazos virtuales son tan adictivos como los presenciales. Aunque estoy trabajando para aumentar los en persona y estoy feliz de informar buenas noticias en ese departamento. He vuelto a contar los abrazos diarios de los vecinos que no tienen ninguna obligación de impartirlos.
Ehhh, debería retomar este reto, ahora que hay más gente en Miradero!