Tienes el anterior movimiento de Benito aquí:
Este es el séptimo movimiento, puedes buscar en el índice de la partida y leer desde donde te quedaste.
Hay nuevo movimiento todos los lunes y viernes. ¡Acuérdate de suscribirte para que no se te pase ningún turno!
Segundo Acto, VII
«Refugio»
En mitad del camino, de tierra en esa parte del campus, el anillo pasa del brillo anaranjado, incandescente, a su color original: un dorado oscuro que casi lo hace confundirse con el camino.
El aroma es tan intenso ahora que te cuesta oler nada más que esos brotes dulces, mixtos, entre plomo, lavanda y algo más; terroso e ígneo, la lava debe de oler muy parecido.
Luna, igual que tú, se ha quedado mirando el anillo, pasmada, todavía una mano abandonada sobre el pecho, como intentando encajar un fallo de la Matrix.
Sin darte cuenta, la miras directamente, sin escudo, por encima de las gafas de sol:
—¿Estás bien? —dices.
Un gesto de sorpresa. La mano recobra vida antes que ella y se masajea. Al devolverte la mirada, ves un agradecimiento inocente, casi infantil. Te das cuenta, porque una vez hubo alguien que también te sorprendió así: no esperaba que tu primera reacción fuera preocuparte por ella.
—Sí, gracias.
Entonces esa otra sorpresa, más amplia, como las ondas en un estanque después de la primera. Te subes las gafas. Esa sorpresa del que reconoce los ojos de tu padre en los tuyos. Y te apresuras a hablar, que al menos no tenga tiempo de decirte lo excepcionales que son:
—¿Todavía no ves una conexión entre el anillo y esos secuestradores? Lo mismo Men in Black está basada en hechos reales.
—A ver… Yo ya me lo creo todo, pero no sé… Quizá es un anillo chino o algo. En plan anillo mechero, yo qué sé —Te mira con ganas de gritar eureka—. ¡O un anillo ambientador! Por eso a ti te huele, ¿no? Y se le habrá petado la resistencia o algo…
Devuelves la mirada al suelo. Has olido cien mil ambientadores, velas aromáticas, perfumes, inciensos… De pequeño te gustaba ir con tu madre de compras sólo por eso, por poder ir a la sección de velas o perfumes y descubrir cómo se las ingeniaban para reproducir tal olor real en su falsificación incendiable o en pulverizador.
Era casi como ir al museo de cera y buscar parecidos entre los muñecos y los famosos de verdad. La cuestión es que ese olor no existe, punto. Ni en las perfumerías ni en las tiendas de decoración.
Después del silencio, Luna asiente, o sentencia:
—Creo que mi hermano tendría un anillo ambientador. Lo que yo no vuelvo a tocar eso, vaya.
Sin embargo, ahora parece tan inofensivo. Por esa forma irregular, medio retorcido, ahí, en el suelo, ni siquiera recuerda a un anillo, sino a una pieza de algo que se hubiera caído.
Te agachas.
✔️
Lo tocas con las manos
(60% de votos)
Está frío.
No sólo no quema, sino que realmente está frío. Al recogerlo, aun expuesto en la palma, su temperatura se entibiece al momento. Le hablas a Luna, todavía mirándolo:
—¿No lo quieres?
La miras justo para verla negar, y esos ojos árticos intentan acertar con los tuyos tras las gafas:
—Pero, si te lo vas a quedar, ten cuidado. Como lo dejes por ahí y se te prenda fuego la casa…
—¿Te ha dejado marca?
Se estira el jersey y busca, convertida ahora en una cascada pelirroja. Al emerger, vuelves a ver ese tatuaje del cuello.
—Pues no, y dolió igual que una quemadura de aceite. Qué raro…
—Qué pena, así habría tenido una excusa para hacerte un cover up sobre la cicatriz.
Arruga la nariz en una sonrisa:
—No necesitas una excusa para tatuarme y, además, no me disgustan las cicatrices.
Se te enfría la sonrisa. Recuerdas su antebrazo, lleno de cicatrices con autolesiones, aunque ella mantiene la sonrisa, extrañamente cándida. Quizá es esa misma candidez vil la que te hace querer huir la vista de nuevo al anillo.
Y te das cuenta de algo.
Te acercas la mano contraria a la nariz. El olor, como de una estatua de roble recién cincelada, sin barniz, con vetas de un bronce húmedo, ya no sólo viene del anillo, sino de ti mismo, de tu piel.
🧭 Ventana de Rasgo 🧭
*Si eliges esta opción, comenta abajo quién es, una descripción mínima en una línea**. El comentario más votado, en caso de que gane en la encuesta, será su compi.
**Recalco lo de mínima, que me conozco a alguno que, si lo dejo libre, me escribe toda la vida del personaje en el comentario 👺👺 (ya habrá tiempo para eso)
📜Diario: Clases, exámenes, trabajos… Nada interesante. Aunque…
🎒Inventario de Beni: Anillo raro.
🗣️Charla de entretiempo (pendiente): Indagar en el porqué del tatuaje de Luna: «Unchosen».
No paramos: novedades, novedades, estímulos, estímulos, que si no te aburres ✨
Bueno, aunque quizá no te has dado cuenta, pero, aparte de la ventana de rasgos, me refiero a que he desplazado dónde aparece el resultado de la encuesta del movimiento anterior.
Creo que queda más c h a c h i, que el resultado de la acción se corresponda con el momento justo en el que es narrada, más que al principio del todo, ¿verdaaad?
(Samu le da una patada a un lector atado y medio amordazado)
LECTOR: Sí, Samu, ¡cuán grande y poderoso cerebro tú tener!
No quería decirlo yo, pero gracias, gracias.
En el movimiento de hoy he incluido los comentarios para charla de entretiempo de mis queridos Selvar y Marta 🗣️. Otro ha quedado para más adelante, por no forzar, pero ¿a que queda mucho mejor con esa clase de adicioness?
(patada)
LECTOR: ¡Maravilloso! ¡Ni punto de comparación!
Pues eso, cada vez que se te ocurra algo, comenta y lo añadimos 🗣️🗣️
Por lo demás, lo mismo de siempre, tienes tres días, hasta el domingo 29 de diciembre para votar (que sí, ya sé que la mayoría se quiere lanzar en plancha a ponerse el aniiiillo, pero todavía hay gente que vota lo contrario, y esta es una democracia mirandera, así que se pregunta).
¡Besitos volados!
Samu le da una patada a un lector atado y medio amordazado???? Tú quieres quitarme el puesto de Dom, y la fusta.
He optado porque viva solo, no lo veo compartiendo piso con nadie.
Vive con Iker, introvertido, con aspecto de niño pijo y obsesionado del true crime.