Anteriormente en Antes de rendir el alma…
(Resumen de la historia para nuevos lectores)
Tienes el anterior movimiento de Benito aquí:
Si no sabes de qué va esto, tienes un resumen en el link de arriba. También puedes buscar en el índice de la partida y leer desde donde te quedaste.
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Segundo Acto, X
«La voluntad de un nombre»
👣
Acción libre
(Combinación de acciones compatibles)
Jugueteas dándole vueltas al anillo con el pulgar mientras piensas cómo encontrar a ese Faer. Y de pronto te das cuenta: si Aug’naar conoce a Cándido, tal vez…
—¿Está Cándido también encerrado aquí?
El Eshayia niega, queda pensativo y te devuelve la mirada:
—La última vez que lo vi fue en este mismo bosque, pero el real, antes de caer yo en la réplica del anillo.
—El real… —dices.
En el cielo, en el claro de ramas que no consiguen cubrir las copas, ves enmarcadas cuatro lunas. Es tanto su brillo que te permiten ver aun en la noche; tan conveniente como imposible para el cielo de la Tierra.
—Este lugar no pertenece a nuestro mundo, ¿cómo pudo llegar Cándido aquí? Al aquí real, me refiero.
—Sólo sé que alguien los perseguía; los perseguía para hacerlos volver.
—¿Cómo que los? ¿Estaba con alguien? ¿Estaba con Alma?
—Cándido se refería a su acompañante como Lila. Una hembra humana sólo en apariencia, quizá ella sí fuera una feyia —Se adelanta a tu pregunta al mirar al cielo, a la mayor luna de las cuatro—. No es nada común ver a una ninfa de Tenati bajo la luz del día, pero menos común es ver a un humano en las ruinas de Eshayia.
—Pero ¿quién los perseguía?
—Otro humano sólo en apariencia, ambos se refirieron a él como suturador. El pobre Cándido no habrá tenido ni una oportunidad contra alguien así, una magnitud abisal le latía dentro del ser, un vacío eterno y penoso.
Vuelves a ser consciente. Casi te ves a ti mismo desde fuera: estás hablando con un felino humanoide, con pelaje esmeralda, de seres cuasihumanos con vacíos eternos dentro… Hasta hace unas horas tu mayor preocupación era el trabajo final de Arqueología Hispanorromana.
No entiendes cómo eres capaz de normalizar tan rápido esto, pero, de algún modo, hay un reconocimiento natural hacia este Aug’naar, hacia el bosque y sus lunas. Como si fuese un reencuentro más que un descubrimiento.
—Si consigo sacarte de aquí —dices—, ¿podrás llegar a tu verdadero destino aun siendo un ber’zarani?
La cola de Aug’naar se agita a su espalda, nerviosa:
—No lo sé, temo que no. Cándido me prometió un cuerpo, quizá eso… Pero no lo sé. Tal vez yo, simplemente, no deba existir.
—Pero existes, será por algo. Vamos a empezar sacándote de aquí —Miras a tu alrededor—. No sé… Quizá podrías subirte a un árbol para ver si tenemos algo cerca, Aug’naar.
Es la primera vez que pronuncias su nombre y, tan pronto has escuchado el chasquido de tu voz, te das cuenta de que algo ha sucedido. Al felino se le nubla la vista en fijación y se gira hacia el árbol más cercano. Sube por el tronco sin esfuerzo, acompasa el ascenso de sus garras en patas y manos hasta desaparecer entre las hojas de la copa.
Esperas.
Esperas su bajada por el mismo punto por el que lo viste irse, pero un crujido a la espalda te hace voltearte en guardia. Ves a Aug’naar, la vista fija en ese mismo tronco, que avanza dos pasos a la carrera y se lanza en un salto. Trota con manos y pies y cruza el claro como una centella hasta volver a escalar el árbol para perderse en su copa.
De nuevo las ramas a tu espalda y Aug’naar surge ya a la carrera con tanta violencia que te hace apartarte a un lado. Se lanza contra el árbol y, en un salto, alcanza la copa para volver a aparecer a tu espalda.
Ruge. Las hojas del claro tiemblan, y tú con ellas.
Con dos zancadas cruza el claro y la furia con la que se lanza contra el árbol lo hace crujir, al borde de partirlo. Un rugido truena a las ramas y lo escuchas a tu espalda, te giras sólo para volver a ver los ojos naranjas, nublados, de Aug’naar en la oscuridad, a punto de volver a lanzarse contra el mismo árbol.
—¡Para, Aug’naar!
Con tu grito, se detiene a mitad de claro arrancando raíces en su frenada. Te mira y esa niebla en sus ojos se disipa en pavor, luego en una severidad rígida.
Tarda todavía algo más en hablar, sin mirarte:
—Un ber'zarani ha perdido todo, excepto su nombre. Te pido que lo uses con cautela.
Ahora tiene sentido aquella advertencia al decirte su nombre y ese peligro en el que se encontraría si se lo dijeses a alguien más. Podrían, y podrías, convertirlo en un esclavo de tu voluntad.
—Lo siento, no pretendía abusar de...
Pese a lo delicado del momento, te ha servido para descubrir algo: la reproducción del Bosque se limita a este claro, y cualquier intento de abandonarlo resultará en un regreso al mismo sitio.
Entonces se te ocurre algo.
Si todo esto tiene que ver con el anillo, y tú todavía tienes el anillo puesto, qué tal sí… En cuanto llevas una mano al anillo y lo deslizas unos milímetros hacia la punta del dedo, el bosque se distorsiona. Los colores se revuelven entre sí, una rama se funde irrealmente a una luna y parece un muelle celeste que brotase de ella, el altar crece hasta el cielo y vuelve para quedarse plano como una moneda.
En cuanto te detienes, el bosque se estabiliza. Sin embargo, Aug’naar no parece haber percibido nada, sigue pensativo, la mirada perdida en el altar.
Vuelves a deslizar el anillo, Aug’naar se estira hasta ser uno con el árbol más cercano, luego un puente con la más pequeña de las lunas. El cielo danza entonces en espirales y brillos y, de pronto, la oscuridad de la noche se aclara, las estrellas brillan con una intensidad que te hacen entrecerrar los ojos y la Cuarta Luna se recompone en un rostro lejanamente conocido.
Ya con el anillo al borde del dedo, reconoces en las estrellas, focos; en el cielo, el techo de una ambulancia y en el astro, la cara pecosa, siempre triste, de Luna.
📜Diario: Ayudar a Aug’naar Drahary.
🎒Inventario de Beni: Anillo de Faer el Inquieto.
🗣️Charla de entretiempo (pendiente): Indagar en el porqué del tatuaje de Luna: «Unchosen».
Como todas las acciones propuestas en el movimiento anterior eran complementarias, las utilicé todas y todo el mundo muy felis ✨
Ahora tienes hasta el jueves 9 de enero (6:15 AM, GMT) para votar qué hacer con tu anillo, con tu dedo y con tus cosas.
Y, aunque vuelva a ser una votación normal, recueeeerda que siempre puedes escribir en comentarios algo que quieras decir o preguntar a los personajes de tu entorno 🗣️
¡Besitos volados!
Este movimiento continúa el:
Viernes 10 de enero
Qué interesanteee...! 👏👏
Me está encantando!
Me tienes muy enganchada y solo te diré, que cuando sale un nuevo capítulo ya se me dibuja una sonrisilla de felicidad! 🖤